No es común ni esperable, pero en la casa de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi también hay espacio para las sorpresas.
Son 18 los clubes que se salen de la realidad que solo conocen el Real Madrid y el Barcelona, pero no por ello dan por echada la suerte en una liga tan larga y disputada como lo es la española.
De tanto en tanto uno de todos logra romper el status quo y destronar a alguno. Lo hizo el Villarreal en 2008 como subcampeón y el Valencia en 2004 como el último de los clubes “pequeños” en alzarse con el trofeo de campeón.
Las razones de eso están a la vista: la falta de glorias aleja patrocinios y afición, la escasez de dinero restringe fichajes y acelera salidas y por si fuera poco la crisis económica es parte del círculo vicioso a vencer.
Aún así, clubes como el Atlético de Madrid han sabido escalar peldaños en busca de atención.
Los colchoneros se toparon con la suerte de la llegada del colombiano Radamel Falcao y con sus goles lograron ser terceros en la temporada pasada y campeones de la Copa del Rey.
Ahora el Tigre se fue seducido por lo exuberante del mercado francés (Mónaco), pero en su lugar David Villa llegó a falta de minutos en Barcelona.
También estará Martín Demichelis, otro movimiento interno (viene de Málaga) que le devuelve algo de ilusión a un equipo que espera mejorar lo ya conseguido.
Otro que se quedó sin su goleador fue el Valencia, pues Roberto Soldado probará suerte en la Liga Premier con el Tottenham, un golpe de peso para un equipo que disputará la Europa League luego de acabar quinto en la tabla.
Tampoco tendrá a sus artilleros el Sevilla, también invitado a la Europa League , ahora sin Jesús Navas ni Álvaro Negredo luego de una oferta del Manchester City.
Tendencia. Todos esos ejemplos reflejan la tendencia del mercado para esta temporada, donde cada vez menos jugadores llegan a la liga española pero ahora son más los que arriban a mercados como el inglés, el italiano y el francés.
Si bien la mayoría de estos clubes vende por necesidad, la realidad es que aparte del Real Madrid y el Barcelona, son pocos los que pueden competir con los salarios del extranjero, donde en cada esquina aflora un nuevo jeque o magnate.
Los pequeños lucharán por su parte de la gloria con esas limitantes, conscientes además de que la porción más grande está, casi siempre, repartida con antelación.