A lo largo de la historia del fútbol costarricense, solo siete jugadores que no nacieron en el país llegaron a integrar la Selección .
Los primeros fueron los gemelos Hernán y Óscar Bolaños, oriundos de Granada, Nicaragua, pero de padres ticos.
Hernán debutó en 1930 en unos Juegos Centroamericanos y del Caribe, en los cuales repetiría participación en 1935 y 1938.
En esa última edición compartió convocatoria con su hermano, que ahí vestiría por primera vez la camisa de la Tricolor .
Después de ellos tuvieron que pasar 47 años para volver a tener a un jugador nacionalizado en las filas del equipo Mayor tico.
Fue Nilton Nóbrega, quien llegó al país desde Brasil para jugar con Herediano en 1978.
Para 1984 ya se había naturalizado, lo que le sirvió para debutar un año después en un amistoso contra El Salvador (2-1).
Poco tiempo después, el turno fue de Alexandre Guimaraes; no obstante, la diferencia con Nóbrega fue que él llegó a Costa Rica cuando tenía 11 años.
Guima tuvo su primer partido con la Sele también en 1985, pero su mejor época la vivió con la generación mundialista de Italia 1990. No se puede olvidar su asistencia a Hernán Medford ante Suecia.
Activos. Panorama similar vivió Víctor Núñez, quien se vino con su madre desde República Dominicana cuando tenía nueve años, razón por la que se puede afirmar que se crió en territorio tico.
Incluso, él mismo asegura que aprendió a jugar fútbol aquí.
Mambo tuvo su primer partido con la Tricolor en el 2006, justo antes del Mundial de Alemania, al cual asistió, pero no jugó.
Recientemente está el caso de Óscar Duarte , nacido en Masaya, Nicaragua; sin embargo, desde los dos años reside en el país. Debutó en 2010. También el de Pablo Antonio Gabas , oriundo de Argentina, pero que el año pasado se nacionalizó tras diez años de jugar en Costa Rica. Debutó en 2012. Colaboraron los periodistas Rodrigo Calvo, Harold Leandro y Randall Corella.