No hay forma de maquillar un “hermano, vi el trabajo que usted estaba haciendo y es una mierda”, tal y como Jorge Luis Pinto le dijo al fisioterapeuta de la Selección Nacional , Luis Naranjo.
Fue durante una sesión en la que trataba al defensor Gabriel Badilla de un tobillo, previo a un partido de la cuadrangular semifinal de Concacaf ante México en 2012, en calidad de visitante.
Sin embargo, el propio Naranjo contó ayer que Pinto en ese momento estaba en la cancha con el resto de los futbolistas y él estaba dentro del gimnasio.
“Yo tengo ojos hasta en el culo y todo lo veo”, fue la explicación.
El fisioterapeuta recordó que cuando eso sucedió estaban presentes un entrenador de porteros de la Federación Mexicana de Fútbol llamado Raymundo Solano y dos jugadores de selecciones menores de ese país.
“Yo ya había hecho mi plan de entrenamiento y a pesar de eso, él se metió en mi área profesional a decirme lo que yo tenía que hacer”, expresó, en sintonía con declaraciones del médico Alejandro Ramírez y el preparador físico Érick Sánchez, entre otros, que señalaron que Pinto siempre desacreditaba la labor de todos.
“Un señor desleal, cobarde, prepotente, egocentrista y maleducado jugó con la afición costarricense tratando de vender una idea en la cual es él la víctima, cuando la realidad es otra”, posteó luego Naranjo en Facebook , iniciativa que también tuvieron otros de sus compañeros.