Costa Rica's Walter Centeno, left, and Panamas's Alberto Blanco, right, fight for the ball during a 2006 World Cup qualifying game in Panama City, Panama, Saturday, Sept. 3 2005. (AP Photo/Arnulfo Franco) (ARNULFO FRANCO)
La hexagonal no pinta fácil para nadie. Ni para México ni para Estados Unidos ni para Honduras; los últimos tres mundialistas de la región. Menos para Costa Rica.
Durante los próximos 10 partidos eliminatorios no habrá espacio para resbalones. Quien ceda terreno, regalará unos cuantos asientos en el avión para el Mundial. Más aún porque en esta eliminatoria no existe algún equipo que le alivie las penas a los demás. De arranque, todos parece que tienen posibilidades de los tres boletos y medio que ofrece Concacaf.
Por eso la Sele debe empezar sacando unidades, más allá de que sus dos primeros partidos sean de visita: Panamá y Estados Unidos, respectivamente.
Un punto es poco, dos es algo y tres es bastante. Más que eso significaría un excelente arranque.
Este es incluso el criterio del capitán de la Tricolor, Bryan Ruiz, quien en su página en Internet se refirió a la situación.
“Siento que es positivo jugar los dos primeros partidos de inicio de visita. Si sacamos puntos, es muy positivo. Pero puede ser un arma de doble filo, pues si no logramos puntos ,va será difícil”, expresó el volante del Fulham.
“Vamos a sacar los puntos como sea porque ya hemos aprendido de otras eliminatoria que se clasifica a un mundial robando puntos de visita”, agregó.
Después será vital triunfar en casa. Primero para hinchar la alforja de puntos propios; segundo para derribar a contendientes como Jamaica y Honduras. Ya ahí se tendría encaminada la ruta.
La segunda vuelta será disputada a la inversa, pero debe ser jugada con la misma estrategia para repellar lo de la primera: pellizcar afuera y ganar en casa.