Madrid. EFE. Neymar da Silva Santos Júnior y Gareth Frank Bale, fichajes mediáticos por antonomasia, figuras emergentes, futuros herederos de Messi y Ronaldo en el Barcelona y el Real Madrid, vivirán su primer clásico lejos de su mejor estado, sobre todo el galés.
El Camp Nou acogerá un duelo casi equiparable al de Cristiano y Messi, ya muy manoseado después de varias temporadas de enfrentamientos entre los dos mejores futbolistas del mundo.
Neymar y Bale son los aspirantes a destronar en un futuro a ambas figuras y, por primera vez, se verán las caras.
Uno y otro llegan a la cita con diferentes sensaciones.
Neymar está más adaptado, pudo hacer parte de la pretemporada y eso le permitió la rapidez con la que el Barça movió fichas anunciando su fichaje en mayo, casi tres meses antes del inicio de la Liga. En total, suma 801 minutos y dos goles.
Los números de Bale no son mejores. Si al brasileño le falta un punto para ser el jugador del Santos, su adaptación va por buen camino. Todo lo contrario que el jugador del Real Madrid.
Su pase fue un culebrón que le dejó sin pretemporada. Su expresidente, Daniel Levy, cedió al límite del cierre del mercado. Según unas fuentes, costó 91 millones de euros. Según otras, fueron 100, para ser en el traspaso más caro del fútbol.
Después, las prisas para hacerle debutar. Con apenas 15 días de entrenamiento, lo hizo ante el Villarreal, con gol. Tuvo continuidad frente al Galatasaray y, posteriormente, empezó su segundo calvario: antes del choque ante el Getafe sufrió una sobrecarga muscular y no pudo debutar en el Bernabéu.
Forzó la maquinaria contra el Atlético de Madrid y lo pagó al sufrir una contractura, también en la pierna izquierda. En apenas 10 días, sufrió dos lesiones en el muslo.
Problemas y más problemas... Volvió un rato ante el Málaga y jugó treinta minutos con el Juventus.
Tras dos meses en el club, sigue haciendo su pretemporada particular mientras el clásico se aproxima irremediablemente. Llegará a él después de sumar 171 minutos en todas las competiciones.