Lisboa. Faltan solo un día para que Lisboa acoja la final de la Liga de Campeones, pero la capital lusa ya rezuma fútbol por sus principales plazas y ruas.
Porterías, juegos de habilidad futbolística, consolas con videojuegos de fútbol y hasta un pequeño estadio son algunas de las actividades que instaló la UEFA en uno de los puntos más turísticos de Lisboa, la Praça do Comércio.
Se trata del Uefa Champions Festival, un recinto enorme que ocupa casi la totalidad de los 35.000 metros cuadrados de la emblemática plaza, en la que miles de aficionados de este deporte se aglutinan para demostrar su talento con el balón en varios retos.
Todas estas actividades se producen bajo la atenta mirada de “La Orejona”, nombre con el que se conoce a la copa de la Liga de los Campeones, un trofeo que estará expuesto en el complejo UEFA Champions Festival hasta el día del gran duelo, mañana sábado 24 de mayo.
Invasión. Aún no se nota excesivamente la presencia de los aficionados del Real Madrid y del Atlético por las calles de la capital lusa, donde se espera que el gran grueso de los seguidores madrileños comience a llegar hoy por la tarde.
Con o sin entrada, miles de aficionados de los finalistas están ya preparados para un desplazamiento histórico que convertirá la capital de Portugal en una especie de distrito “satélite” de Madrid, pues se espera la llegada de hasta 70.000 aficionados de ambos clubes.
Aunque es muy difícil precisar el número de aficionados que seguirán en Lisboa la final de la Liga de Campeones, el desplazamiento parte de una cifra masiva: los 34.000 afortunados de ambos clubes que han conseguido entrada –por antigüedad, en el Atlético; por sorteo, en el Real Madrid–, que de ir juntos en autobús llenarían más de 560 de tamaño medio (60 plazas).
Es “imposible” precisarlo, aceptó el ministro de Administración Interna portugués, Miguel Macedo, que espera la llegada de entre 40.000 y 70.000 aficionados y ha mostrado su preocupación por la llegada en masa de aficionados en coche particular por la proximidad entre Lisboa y Madrid.
La Dirección General de Tráfico prevé que unos 15.000 vehículos realicen el trayecto entre Madrid y Lisboa, lo que demuestra que ni siquiera el anuncio de responsables municipales de Lisboa de que no habrá pantallas gigantes para seguir en directo el partido, más allá de las zonas reservadas para los aficionados, ha enfriado la cita.
La cercanía de las ciudades hace que el aeropuerto no sea en esta ocasión epicentro del “éxodo” por la final, aunque según la agencia de viajes eDreams, las ventas de billetes de avión a Lisboa aumentaron un 250% en los últimos días.
Pero será la carretera la principal opción de los aficionados que se desplazan a la capital del Tajo.