España ha cambiado muy poco a lo largo de los últimos cuatro años, en los cuales cosecharon tres títulos de alta resonancia.
La mayoría de los nombres se repiten y su estilo se mantiene.
No obstante, lo que sí ha mudado es su esquema.
Engrosando cada vez más el rubro de volantes (diez en la Eurocopa 2012, nueve en el Mundial 2010, ocho en la Eurocopa 2008), el técnico Vicente del Bosque se dedicó a apuntalar lo que inició su predecesor Luis Aragonés.
Elevar a más potencias la filosofía del pase en corto y posesión de pelota fue el objetivo.
Para hacerlo, el Bigotón decidió que necesitaba recuperar más, para así tocar más.
Metió un segundo contención apenas encontró a Sergio Busquets, una joya en su puesto. Dio el equilibrio que le faltaba al equipo.
Así, empezó a juntar a los que más saben con la pelota y les restó responsabilidades defensivas.
Xavi Hernández y Andrés Iniesta en el Mundial 2010, junto a Pedro Rodríguez y David Villa. Un experimento que salió bien.
Xavi Hernández y Andrés Iniesta en la Eurocopa 2012, junto a David Silva y Cesc Fábregas. Un experimento que salió mejor.