El usual invitado asiático en las Copas del Mundo, Corea del Sur llega a Brasil con un equipo repleto de jóvenes, quienes tienen la ambición de emular lo que se vivió en aquel verano, en junio y julio del 2002.
Los 23 seleccionados surcoreanos, mejor conocidos como los Tigres de Asia vieron a su país dar la campanada en el mundial de Corea del Sur-Japón, en el que su equipo ocupó el cuarto lugar del torneo.
Además de se r algo histórico para cualquier país de Asia, dejaron en el camino a países como España, Portugal, Italia y Estados Unidos.
Para Brasil 2014, los Tigres afrontan un proceso de renovación: en la lista de convocados solo cinco hombres estuvieron en el mundial de Sudáfrica 2010, en el que llegaron a a octavos de final.
Mucha de esa inmadurezse se demostró en el proceso clasificatorio, en el que Corea sufrió para alcanzar un boleto a Brasil.
Tras realizar una eliminatoria convulsa, el seleccionado surcoreano cayó de visita ante Irán, en la última fecha; mientras, Uzbekistan goleó 5-1 a Catar.
Si el conjunto de los uzbekos hubiera logrado dos goles más, los coreanos habrían tenido que disputar el repechaje contra el quinto de la Conmebol: Uruguay.
Jóvenes guerreros. Con una lista de jugadores que no supera los 28 años, los coreanos están en el grupo H, con Rusia, Bélgica y Argelia.
Corea del Sur tiene pocos hombres que destaquen en las ligas europeas y el núcleo de su equipo radica en el torneo local.
A sus 28 años, Chu-Young Park, es la figura en la ofensiva de estos tigres asiáticos.
El delantero del Arsenal –cedido en el final de la presente temporada al Watford inglés– suma 24 goles en 62 partidos como internacional, gracias a su buena técnica.
Lee Chung-Yong, volante del Bolton Wanderers, es el capitán del combinado y quien debe aportar la experiencia a los más novatos.
También destacan nombres como Ki Sung-Yong, volante, quien milita en el Celtic de Glasgow.
Para esta edición, los coreanos no contarán con si figura recurrente, Park Ji Sung, jugador que pasó por el Manchester United.
Sung anunció su retiró como internacional en el 2011; esto para que las jóvenes promesas puedan tomar su lugar en el mediocampo surcoreano.
A pesar de tener pocas figuras como sus rivales, Corea del Sur mantiene una filosofía de juego constante, de toque y técnica, que bien podría arruinarle la fiesta a uno que otro equipo europeo.