México
Ronaldinho Gaúcho tuvo este viernes un cálido encuentro con la afición de su nuevo equipo, el Querétaro de México, en el entretiempo del partido contra el Puebla por la octava jornada del torneo Apertura-2014.
Tras soportar una tediosa primera mitad sin goles, la afición queretana que abarrotó el estadio Corregidora disfrutó por fin del encuentro con Ronaldinho, a quien esperó con ansias desde el pasado 5 de septiembre, cuando fue anunciado el fichaje.
Mientras los jugadores de Querétaro y Puebla descansaban, 'Dinho' bajó del palco de la dirigencia queretana, donde vio el juego acompañado de Roberto, su hermano y representante, y por primera vez pisó el césped de su nuevo estadio.
Usando la camiseta negriazul número 49 y su boina, el brasileño entró a la cancha sonriendo y saludó a la gente. Se dirigió al centro del campo donde recibió un micrófono y luego de dar un breve agradecimiento a la hinchada comenzó un recorrido en el que imperó el caos.
Rodeado de numerosos fotógrafos de prensa y de un personal de seguridad que no podía establecer el orden, Ronaldinho caminó por la orilla del campo.
Al pasar por una cabecera del estadio Corregidora, una de las barras de los 'Gallos' desplegó una enorme manta en la que el brasileño pudo leer la palabra "Bienvenido".
Mientras continuaba su andar en la cancha, 'Ronnie' pateó varios balones hacia el graderío como obsequio para sus nuevos 'torcedores'.
Después de esto, Ronaldinho volvió al palco donde vio solo parte del segundo tiempo, pues abandonó el estadio a unos 20 minutos de que finalizara el partido. Por tanto, no pudo presenciar cómo el Puebla le empató 1-1 al Querétaro 'in extremis'.
De esta manera concluyó el primer día de Ronnie como 'Gallo' del Querétaro, ciudad que está inmersa en una 'Ronaldinhomanía'.
Antes del partido, en las inmediaciones del estadio Corregidora se vendieron diversas mercancías alusivas a Dinho, desde banderas con la leyenda "nosso galo brasileiro" (nuestro gallo brasileño) hasta camisetas de juego con el número 49 y el nombre de Ronaldinho impresos, que se llegaron a cobrar hasta 800 pesos (poco más de ¢32 mil).