Rio de Janeiro, Brasil (AFP). Una jueza de Rio de Janeiro acogió el viernes un recurso de la fiscalía que impide la firma del contrato de concesión del mítico estadio Maracaná, sede de la final de la Copa Confederaciones de junio y el Mundial-2014, a un consorcio privado por 35 años, confirmó a la AFP un portavoz del tribunal.
"Está confirmado. La jueza acogió el recurso del Ministerio Público", que cuestiona el proceso de licitación, indicó el funcionario.
La decisión de la jueza Gisele Guida de Faria, que puede ser apelada, identifica "la presencia de ilegalidades que contaminaron la licitación" por lo que pidió al gobierno regional "abstenerse de celebrar, hasta el juicio final de esta demanda, cualquier contrato referente" al proceso de concesión.
Según la magistrada, basada en la denuncia del Ministerio Público, el gobierno del estado de Rio de Janeiro favoreció en el proceso al Consorcio Maracaná S.A, integrado por las empresas brasileñas Odebrecht Participaçoes, IMX Venues e Arenas (del millonario brasileño Eike Batista) y AEG Administración de Estadios, declarado el jueves "apto" para administrar el Maracaná por 35 años.
La jueza establece una multa al gobierno de 5 millones de reales (unos 2,5 millones de dólares) si no acata el fallo.
La gobernación de Rio de Janeiro anunció que apelaría la decisión, mientras que el consorcio, al no haber firmado aún el contrato, prefirió no pronunciarse, reportó el canal Globo News.
El viernes fue publicada en el Diario Oficial del estado de Rio la adjudicación de la licitación.
Se esperaba que el mítico Maracaná ya estuviera bajo administración de privados para el partido de reinauguración del estadio el 2 de junio, un amistoso entre las selecciones de Brasil e Inglaterra.
Durante la Copa Confederaciones y el Mundial-2014, el estadio será administrado por la FIFA.
La remodelación del Maracaná está valorada en más de 1.000 millones de reales (unos 500 millones de dólares al cambio actual), después que el gobierno revisara y aumentara esta semana el presupuesto previsto para la obra.
En total quedará en 1.127 millones de reales, casi el doble de los 600 millones presupuestados inicialmente. El Maracaná ya había pasado por obras de remodelación en 2007 para los Juegos Panamericanos.
De concretarse la adjudicación, el consorcio ganador deberá invertir unos 300 millones de dólares en mejorar el entorno del estadio, y pagará 2,25 millones de dólares por año al gobierno, durante 35 años, según los documentos de la licitación.
El Maracaná fue sometido a una profunda reforma de dos años y medio. Del viejo estadio, construido para el Mundial de 1950, queda sólo el recuerdo. Se cambió todo: sillas, gramado, redes, arcos, vestuarios, sistema de audio y video -con cuatro nuevas pantallas- e iluminación. También se redujo su capacidad a 78.639 espectadores.
El "templo del fútbol" brasileño fue reabierto el 27 de abril para un juego de exhibición con 30% de su capacidad, unos 26.000 espectadores. Un segundo test previsto para el 15 de mayo fue cancelado.
Ese día, un centenar de manifestantes fue replegado por la policía con gases lacrimógenos, cuando protestaba contra el proceso de concesión.
El Maracaná es recordado por la célebre final de la Copa del Mundo de 1950, el famoso 'Maracanazo', cuando Uruguay venció 2-1 a Brasil frente a unos 200.000 espectadores.