Ahora se ve extraño, pero jugar con dos selecciones en categoría Mayor no es nada nuevo.
Desde la creación del fútbol organizado, es más, desde la instauración de FIFA en 1904, se tiene certeza de muchísimos futbolistas que vistieron la camiseta de dos países. Existen casos de hasta tres. Y algunos son nombres de enorme relevancia para la historia de esta disciplina.
Uno de ellos es Alfredo di Stéfano, considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Jugó con Argentina y España. Incluso, lo hizo con Colombia, pero en cuatro partidos que no fueron considerados oficiales.
Otro es Férenc Puskas, compañero de di Stéfano en el Real Madrid y otro gigante de la época de los 50. Disputó un Mundial con Hungría (Suiza 1954) y otro con España (Chile 1962).
Sin embargo, según el sitio de estadísticas de fútbol www.rsssf.com hay casos que datan de 1906, como el sudafricano Harold James Henman, quien al terminar su vida radicando en Argentina disputó un juego con ellos.
Se debe aclarar que en esos años la normativa era mínima.
Después de él se citan más de 400 jugadores que cambiaron de escudo a lo largo de sus carreras.
Unos, como Di Stéfano y Puskas, lo hicieron tras obtener su segunda nacionalidad, luego de estar jugando por algún tiempo en clubes españoles.
Otros, quizás la gran mayoría, lo hicieron luego de conflictos políticos que en ocasiones terminaron disolviendo sus países.
Están los que en los 30 terminaron checoslovacos como el supergoleador Josef Bican (antes de Austria), o los que en los 90 acabaron rusos como los talentosos Aleksandr Mostovoi (antes de Unión Soviética) o croatas como Robert Jarni (antes de Yugoslavia).