Su asistencia a las convocatorias y la entrega en la cancha no dejan mentir: Joel Campbell se enfocó este inicio de temporada a la Selección Nacional. Ahora, con clasificación a la hexagonal de la Concacaf, el delantero regresa a Sevilla lleno de ilusiones de hacerse un campo en su equipo, el Real Betis.
Contrario a lo que se pensaría por su suplencia en los dos últimos partidos de la cuadrangular, Joel cambia su talante serio y sonríe cuando se le habla de las victorias ante El Salvador y Guyana.
“Costa Rica siempre se ha caracterizado por sufrir un poco y en los últimos momentos siempre sacar ese coraje, ese pundonor, la técnica que tienen los jugadores de acá.
“Y ya ganados esos dos partidos uno siente un gran peso quitado”, aseveró el delantero.
Ayer, en medio de carreras y despedidas por el regreso a Sevilla, recibió a La Nación en su casa, en San Rafael de Desamparados.
Junto a su padre, Humberto, Campbell reveló que se enfocó estos dos meses a la Selección por ser el equipo que “le ha dado todo” y su máxima aspiración.
Sin embargo, espera que los poco más de tres meses que nos separan de la hexagonal le den un respiro, para poder convencer a Pepe Mel, entrenador del Betis, de que merece más oportunidad.
También asegura que jugar en el Arsenal no le obsesiona, pues sus metas son dejar buenos recuerdos pase por donde pase.
Respecto a la hexagonal y a la clasificación al Mundial de Brasil 2014, Campbell no abriga duda alguna: ya se ve jugando ahí.
“Yo creo que si llegó y tengo la bendición de Dios de ir a un Mundial a los 22 años.
“Sería un sueño para mí, un sacrificio de toda mi familia hecho realidad y, así tan rápido, una gran felicidad para mí”, sentenció.