Pasadena, California. Agencias y Redacción Por segunda edición consecutiva, la selección de Jamaica frustró la final soñada de la Copa Oro, al eliminar a México en semifinales, 1 a 0.
Un gol de tiro libre marcado por Kemar Lawrence en el minuto 88 hizo la diferencia de un partido reñido, y ahora los jamaiquinos intentarán por segunda copa consecutiva dejarse una corona que nunca lograron ganar.
Los de la tierra del tequila los vencieron en la final pasada 3-1.
Los estadounidenses serán sus rivales por la corona, luego de que el sábado superaran a Costa Rica en seminales 2 a 0.
Hace dos años también frustraron el choque entre los dos equipos mimados de la Concacaf (Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol) al dejar a Estados Unidos en el camino con un 2 a 1.
Aunque muchos critican la organización del torneo por considerar que está diseñado para que mexicanos y estadounidenses se encuentren en la final, lo cierto del caso es que esta será la tercera oportunidad en que eso no suceda.
La última final entre los dos gigantes de la región se jugó en el 2011, con victoria de los aztecas por cuatro goles a dos.
El partido. Cuando el partido jugado en el estadio Rose Bowl de Pasadena ya apuntaba a la definición en la ronda de penales, Lawrence cobró un tiro libre desde unos 30 metros de la puerta para anotar el gol de la victoria, ante la mirada de un Jesús Corona que quedó congelado.
Una vez más, Jamaica dependió de la actuación de su espectacular arquero Andre Blake, quien cortó en seco el grito de gol de la barra mexicana en más de una ocasión.
Es la primera vez que México pierde ante Jamaica en sus últimos 12 choques.
El encuentro se jugó bajo la mirada de 42.393 espectadores, en una inmensa mayoría mexicanos, que se quedaron mudos al terminar el partido, aunque luego se escucharon varios gritos en las gradas pidiendo la salida del entrenador colombiano Juan Carlos Osorio.
Desde un principio, el Tri jugó con las zapatillas anudadas, temeroso de un contraataque de los jamaicanos.
La primera mitad cerró con arañazos nimios de ambas partes. En el complemento hubo amenazas de ambos lados, pero los porteros Corona y Blake se crecieron, mientras el partido parecía marchar a la definición por penales. Hasta que llegó el sorpresivo desenlace.