Un gran capítulo en la historia del atletismo costarricense escribió ayer el corredor Georman Rivas, al batir el récord de los 1.500 metros lisos, el cual estaba próximo a cumplir 40 años.
Rivas impuso ayer un tiempo de 3 minutos, 47 segundos y 90 centésimas (3:47:90), dejando atrás la marca establecida por el legendario corredor Rafael Ángel Pérez, quien el 6 de junio de 1975, en la pista del antiguo Estadio Nacional, logró 3:50:20.
Con ese tiempo el atleta oriundo de Aguas Claras de Upala se dejó el cuarto lugar en el torneo Tom Jones Memorial, de la Universidad de Florida, en la ciudad de Gainesville, Estados Unidos.
El vencedor de la prueba fue el estadounidense Andrés Arroyo, de la Universidad de Florida, con 3:44:43, seguido por su compañero Jimmy Clark, con 3:46:00, y la tercera casilla fue para Mark Parrish, con 3:46:50, quien también corre para este centro universitario.
En total participaron corredores de 12 universidades.
No se puede explicar. Al otro lado del teléfono, Georman todavía no asimilaba su histórica marca.
El joven de 20 años, quien entrena bajo el programa de talentos de Coopenae-Hypoxic, comentó que su récord representa que no hay límites en la vida.
“Me siento muy contento, es una gran marca y hasta cierto punto me tomó por sorpresa, es cierto que veníamos trabajando muy fuerte y cuando observé mi tiempo en la pantalla tras la carrera, no se puede explicar lo que sentí”, comentó Georman.
“Desde hace dos años venía buscando cómo mejorar mi tiempo de 3:55 en esta distancia y la verdad me sentí un poco estancado, pero ayer tenía buenas sensaciones y al correr en una pista con atletas de gran nivel me ayudó mucho a mejorar”.
En cuanto a la carrera, el upaleño recordó que siempre intentó ir con los punteros de la prueba, pero nunca pensó en romper el récord de los 1.500 metros.
“Iniciamos la carrera tratando de acoplarnos al ritmo de ellos, sin ir de primero, reservándome. Algunos se fueron quedando al transcurrir las vueltas”, explicó.
“Faltando 600 metros iba de segundo, trataba de disfrutar la carrera, pero en la recta final me pasaron dos norteamericanos y aunque sentí mi cuerpo fatigado, no bajé el ritmo y terminé con una gran satisfacción”.
Rivas agradeció, finalmente, el apoyo de su patrocinador, Federico Ledezma, quien le ayudó en el viaje y a su familia.
Para Roberto Solano, entrenador de Rivas, esta es la cereza al pastel del programa de talentos Coopenae-Hypoxic.
“Hemos apoyado el talento de Georman, quien empezó con el entrenador Juan Herra. Gracias a su esfuerzo y con la ayuda de Coopenae el pasado 23 de diciembre le construimos una casa a sus padres para que él pueda seguir estudiando Administración de Empresas en Liberia”, contó.