guatemala. EFE. El bautizo, como se define la “bienvenida” en el fútbol en la que se rapa a los novatos que se integran al equipo, puede frustrar la carrera de ocho jugadores del Xelajú guatemalteco, entre ellos el mediocampista costarricense Sergio Morales.
Además, el escándalo afecta a los brasileños Israel Silva y Juliano Rangel, al hondureño José Alberto Mendoza y los guatemaltecos Kevin Arreola, Julio Estacuy, Édgar Chinchilla y Milton Leal, todos titulares del Xelajú.
Un fallo emitido la semana pasada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia Penal señala que Morales, Rangel y Mendoza son investigados por agresión sexual y el resto por el delito de maltrato en contra de personas menores de edad.
El querellante es Mario Humberto Rodas, de 15 años, quien resultó lesionado en diciembre pasado al negarse a ser “bautizado” por los citados jugadores, que tienen prohibición de salir del país.
Dwight Anthony Pezzarrosi García, exjugador guatemalteco que pasó por equipos de Chile, España, Argentina, Inglaterra y Guatemala, aseguró a EFE que el rito del bautizo es “normal” y se da desde hace mucho tiempo en varios países del mundo.
“Esta práctica es bastante común dentro de los equipos de Guatemala y en el extranjero, pero no en todos es igual y no trasciende.
“El objetivo es darle una bienvenida con un poco de humor al jugador nuevo para romper el hielo”, dijo el exjugador del Racing de Ferror y el CD Numancia de España hasta el 2006.
Como consecuencia de la denuncia entablada por la madre del joven Rodas, el brasileño Silva vio frustrado su pase al Saprissa.
De acuerdo con la denuncia presentada por el joven jugador del Xelajú, el costarricense Sergio Morales lo agarró de los genitales hasta por cinco minutos al negarse a ser rapado.
Sin embargo, el grupo lo terminó rapando aunque debido a los golpes que recibió, Rodas terminó en el hospital y los ocho jugadores denunciados penalmente.