La situación es tan difícil que el presente torneo Apertura podría ser suspendido por la crisis económica que atraviesan todos los clubes, según declaraciones del gerente del Olimpia, Osman Madrid, que publicaron ayer medios locales de prensa.
“El futbol se está muriendo”, comentó Madrid, otrora jugador del equipo más popular de Honduras, con sede en Tegucigalpa, fundado hace 100 años y último campeón del torneo Clausura.
Madrid recordó que desde hace cinco años advirtió que el futbol comenzaba a sufrir los efectos de la poca asistencia de aficionados a los estadios, tema al que con frecuencia se refiere la prensa deportiva de ese país.
Lin Zelaya, gerente del Motagua, el segundo equipo de mayor afición de Honduras, también de Tegucigalpa, lamentó el domingo pasado que en el partido que su equipo ganó por 1-0 al Victoria, apenas llegaron unos 1.000 espectadores al capitalino Estadio Nacional, con capacidad para 30.000.
Hace un par de semanas, el Motagua también jugó un partido en Tegucigalpa con menos de 800.