La selección española venció con tantos de Santi Cazorla y Juanfran Torres 2-1 en un amistoso convertido en fiesta en Malabo, con Guinea Ecuatorial tuteando por momentos a la referencia mundial y superando el umbral de la dureza.
En un amistoso manchado por la política y la polémica que rodeó la visita a un país con régimen dictatorial de Teodoro Obiang, el fútbol se acabó imponiendo en un día de fiesta para la historia de un país que mostró su amor por el deporte rey.
El testarazo de Jimmy Bermúdez, rematando a placer un saque de esquina, fue celebrado como si fuese el tanto que da un título. Mostró la importancia que tenía la visita de España, tan superior técnicamente que sólo en la relajación defensiva concedió ocasiones a su rival.
Vicente del Bosque apostó por los menos habituales para rendir homenaje a los jugadores campeones del mundo el martes en el regreso al Soccer City de Johannesburgo. No forzó a Javi Martínez, con un golpe en la rodilla.
En un partido limpio y con ritmo de amistoso, Fidjeu se empleó tan a fondo que acabó recibiendo los reproches de todos. Dejó tres entradas duras a Íñigo Martínez, Alberto Moreno y la que lesionó a Xabi Alonso. Busquets ocupó su hueco cuando España ya ganaba.