Hace una semana, mientras altos funcionarios de la FIFA eran arrestados en Suiza, entre ellos el tico Eduardo Li , el presidente Joseph Blatter insistía en que los casos de corrupción se limitaban a este lado del planeta.
“Los delitos cometidos se circunscriben a América del Norte y del Sur. Nos vemos afectados porque las personas detenidas ocupaban cargos en la organización, pero la FIFA no tiene un papel directo, son casos aislados”, expresó el dirigente.
Posiblemente estaba seguro de que saldría ileso, como otra tantas ocasiones en sus 17 años de mandato. Sin embargo, fue cuestión de días para que Blatter perdiera su inmunidad y empezara a sentirse acorralado.
El lunes, la justicia de Estados Unidos destapó que Jerome Valcke, su mano derecha, transfirió $10 millones a una cuenta del trinitario Jack Warner, quien supuestamente utilizó ese dinero en pagos para favorecer la elección de Sudáfrica como sede del Mundial de 2010.
El escándalo tomó un matiz diferente, ya que apuntó directo al rostro del mandatario.
A partir de ahí, el vetusto dirigente empezó a tambalearse en su silla presidencial y la imagen de su imperio continuó destruyéndose a sus pies.
Las voces en su contra pulularon con la fuerza necesaria para empujarlo a una decisión histórica: renunciar.
Cercado y presionado por acusaciones de corrupción, sin aún ser señalado directamente, el suizo dimitió ayer de su cargo, aunque lo dejará cuando se escoja a su sucesor, quizás en diciembre.
“La FIFA necesita una profunda reestructuración”, expresó en una clara señal de que la crisis se agudiza cada vez más en el ente que rige el balompié.
“Mi elección no parece haber sido apoyada por todo el mundo del fútbol”, se quejó, pese a que ganó la contienda del viernes.
En la mira de la justicia. Aunque trató de lavarse las manos, Blatter ahora es objeto de una investigación federal por corrupción.
Así lo reveló ayer el diario estadounidense New York Times , que asegura que el Departamento de Justicia de EE. UU. trabaja en recabar pruebas para incriminar al helvético.
“Blatter estuvo durante días intentado distanciarse de la controversia (detenciones por presunta corrupción), pero varios funcionarios de Estados Unidos, hablando en condición de anonimato, dijeron que realizan esfuerzos para construir un caso contra el señor Blatter. Esperan ganar la cooperación de algunos de los funcionarios de la FIFA que ahora están bajo el proceso”, reza la publicación del NY Times .
A sus 79 años, Blatter, el patrón de la FIFA, luce acorralado; él les dio la espalda a quienes ahora pueden hundirlo