Alejandro Sabella Argentina's new national soccer coach Alejandro Sabella poses with an official ball signed by him, during a press conference in Kolkata, India, Wednesday, Aug. 31, 2011. Sabella says he is feeling the weight of expectation to improve the team's performances, starting with the Sept. 2 friendly against Venezuela in Kolkata. (AP Photo/Bikas Das) (Bikas Das)
A principios de los años 90, el Tenerife de España nombró a Jorge Valdano como su técnico, a pesar de que este era un imberbe del banquillo.
Para aquella aventura, Ángel Cappa se convirtió en su mano derecha. La asociación fue curiosa: el subalterno tenía un recorrido mayor que el jefe.
“Le faltaba la experiencia, yo llevaba tiempo entrenando y me preguntó si quería acompañarlo. Fue un matrimonio por conveniencia: a mí no me iba a llamar nadie de ese nivel y a él le ahorraba los tiempos”, recordó Cappa en una entrevista con El Gráfico de Argentina, dos años atrás.
Siguieron juntos en el Real Madrid; sin embargo, cuenta Cappa, que luego hubo diferencias– nada graves, pero suficientes– y él decidió seguir su camino.
Luego, Valdano optó por un camino distinto, se alejó de los banquillos y Cappa construyó un nombre respetado en Argentina.
Siguiendo en ese país, el actual entrenador albiceleste, Alejandro Sabella, se tomó 20 años para dar el salto de ser número dos a ser número uno. En el 2009, asumió la conducción de Estudiantes de la Plata, luego de permanecer fiel, durante ese par de decenios a Daniel Pasarella en todos los equipos que este tuvo a su cargo.
Veinte años no son nada, como enseña Carlos Gardel: con muy poco rodaje como director técnico, la AFA lo llamó para relevar a Sergio Batista, tras la pálida presentación argentina en la pasada Copa América.
Otro caso de fidelidad es del portugués Carlos Queiroz: Sir Alex Ferguson lo llamó de nuevo a su lado en el Manchester United, tal si fuese un hijo pródigo, luego de que el el Real Madrid le mostrara la puerta de atrás.
El papel de asistente en los Diablos Rojos no le era desconocido al portugués; de hecho, en su primera etapa al lado de Ferguson, era el encargado de dirigir los entrenamientos..., bajo la atenta mirada de su jefe.
Quien tal vez nunca regrese a trabajar como técnico a un sitio donde no fue principal será un compatriota de Queiroz: José Mourinho, hoy en el Real Madrid.
En el Barcelona fue traductor y asistente de Bobby Robson (q. e. p. d.) cuando el inglés llegó en la temporada 1996-1997.
Siguió con Louis van Gaal y cuando este se fue, en el 2000, Mourinho dio el paso adelante en su propia carrera..., que lo llevó a agrios roces con el Barça.