EscucharRedacción. EFE El Chelsea afianzó el liderato de la Liga Premier de Inglaterra al imponerse en el derbi londinense al Arsenal 2-0, mientras el Manchester United, con Ángel di María como líder y David de Gea como salvador, confirmó su recuperación contra el Everton.
El Chelsea plasmó la superioridad que evidencia antes del parón competitivo por el compromiso de las selecciones nacionales.
Diego Costa volvió a ser determinante. Sentenció el éxito del cuadro de José Mourinho en Stamford Bridge, en un duelo cargado de tensión e incidentes como el protagonizado entre ambos técnicos, el luso y el francés Arsene Wenger, que apartó de dos empujones al exentrenador del Real Madrid en el transcurso del duelo.
Después el meta local Thibault Courtois tuvo que ser retirado del terreno de juego y trasladado a un hospital por un golpe en la cabeza con el chileno Alexis Sánchez.
Con el balón en juego, el Chelsea fue superior aunque no rompió el equilibrio hasta la media hora, con gol de Eden Hazard.
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El delantero español Diego Costa, del Chelsea, celebra su gol contra el Arsenal que sentenció el triunfo 2-0 ayer, en un juego intenso. | AP (Alastair Grant)
Costa no faltó a su cita con el gol y en la segunda parte, en el cuarto de hora final, sentenció el partido al marcar el segundo. El internacional español acumula nueve goles en siete juegos de la Premier.
El Chelsea es el líder sólido de la competición inglesa. Aventaja en cinco puntos al Manchester City.
En la cuarta plaza se instaló el Manchester United, que salió airoso de la visita del Everton.
El argentino Ángel di María adelantó al Manchester United. Marcó el primer tanto del partido en el minuto 27, empató Steven Naismith al 55’ y Falcao salvó de apuros a los Diablos Rojos al anotar el gol del triunfo en el 62’.
Finalmente, el West Ham se arrimó a la parte alta con los tres puntos logrados contra el Queens Park Rangers 2-0.
Un gol en propia puerta de Nedum Onuoha a los cinco minutos abrió la cuenta y con el gol del senegalés Diafra Sakho al minuto 60 sellaron la superioridad del cuadro de Sam Allardyce.
