Barcelona
El Athletic de Bilbao apenas se llevó un empate 0-0 en su visita al Celta de Vigo, aunque el punto cosechado le valió para engordar su colchón con el objetivo de mantener el último boleto para jugar la próxima edición de la Liga de Campeones.
El equipo rojiblanco sigue cuarto en la clasificación, ahora con 44 puntos, con cuatro de ventaja sobre el Villarreal, que perdió el sábado contra el Real Madrid, siete respecto a la Real Sociedad, que empató también con el Levante, y a 13 de distancia del Sevilla, derrotado por el Barcelona.
El Athletic acumula 24 de los últimos 33 puntos en disputa y cuatro fechas invicto, mientras que el Celta tampoco ha perdido ninguno de sus últimos cinco cotejos caseros y marcha undécimo con 26 unidades.
El Celta exhibió su mejor versión en la primera mitad, en que acorraló al Athletic, incapaz de superar su presión frenética o adaptarse al ritmo del partido.
Mientras los rojiblancos soltaban apurados balonazos buscando un respiro, el equipo de Luis Enrique totalizó las ocasiones, primero en una volea cruzada de Santi Mina a centro del chileno Fabián Orellana, luego un latigazo de Charles fuera por poco, además de un remate en el área de Rafinha que Gorka Iraizoz desvió a tiro de esquina y, finalmente, un misil al poste de Charles, con hambre de gol pendiente de premio.
Pero Charles y el Celta se quedaron con las ganas, víctimas del sobreesfuerzo tras el descanso y básicamente pendientes del ingenio de Rafinha, tan omnipresente como incapaz decantar la balanza por sí solo ante un Athletic que fue de menos a más, aunque tampoco lo suficiente como para llevarse mayor botín que el punto cosechado.
Iker Munian y Rafinha intercambiaron ajustados golpeos con rosca, pero fue el local Mario Bermejo quien lamentó errar la ocasión más clara, un cabezazo en los descuentos que se perdió por encima del travesaño.
"Siendo sinceros, ellos merecieron más en la primera mitad, pero supimos aguantar" , reconoció el visitante Ander Herrera.