Pese a los contratiempos pasados, a la derrota ante Colombia y a la ausencia de su gran estrella Neymar, Brasil se recuperó y terminó primero en el Grupo C de la Copa América de Chile 2015, por delante de un sorpresivo Perú (segundo), una irregular Colombia (tercero) y una eliminada Venezuela.
El equipo auriverde venció a Venezuela por 2-1 en el estadio Monumental de Santiago.
Con seis puntos en su haber, Brasil se quedó con el primer lugar puesto y en cuartos de final enfrentará este sábado a Paraguay en Concepción (3:30 p. m.).
Con un abrigado Neymar en la gradería, suspendido por cuatro fechas por el incidente con el árbitro ante Colombia, los dirigidos por Dunga lograron encarrilar el camino con un fútbol más ordenado y efectivo en el ataque.
El capitán Thiago Silva, a los nueve minutos, y el delantero Roberto Firmino —que contra Colombia erró un gol cantado—, a los 51 minutos, le dieron una cómoda ventaja a la Canarinha .
La Vinotinto descontó a los 84 minutos por medio de Nicolás Fedor y estuvo cerca de lograr un empate con sabor a hazaña, que los habría metido en cuartos.
Dunga apostó por Philippe Coutinho para reemplazar a Neymar, además de alinear al veterano delantero Robinho por primera vez en el campeonato.
Brasil salió a comerse la cancha en los primeros minutos y, además del gol, tuvo una llegada que terminó en un remate de Filipe Luis, que el arquero Alain Baroja apenas alcanzó a tapar.
Pero después de ese impulso inicial, cayó en la pasividad y se dedicó a defender la ventaja, mientras los venezolanos no encontraban la ruta hasta la portería de Jefferson.
Un error en la zaga vinotinto al inicio del segundo tiempo facilitó un remate de Coutinho, que salió apenas desviado, y a los 49, una gran estirada de Baroja le negó el segundo gol a Thiago Silva en un cabezazo tras un tiro de esquina.
Willian, el volante del Chelsea, fue el mejor jugador en el mediocampo y confirmó ser de las figuras destacadas de Brasil en el campeonato. El centrocampista armó el gol de Firmino al escaparse por la banda izquierda, dejar en el camino a Roberto Rosales y habilitar al ariete con un fino centro a tres dedos.
Brasil jugó mejor que ante Colombia, tuvo más sociedades y peso en ofensiva. La ausencia de Neymar lo obligó a apostar en un Robinho que abrió espacios por los costados o en un Dani Alves que mostró un nivel muy similar al que tiene en Barcelona.
“Lo mejor de todo fue el equipo, cooperando unos con otros, creo que el fútbol es de esa forma. Por hoy el corazón de Neymar está un poquito alegre”, comentó el defensor del Paris Saint Germain, Thiago Silva.