La penúltima pregunta para Keylor Navas en su primera rueda de prensa como portero del Real Madrid no pudo ser más realista.
“La temporada pasada fuiste el mejor portero la Liga gracias al altísimo acierto en tus intervenciones, pero ¿cómo espera acoplarse a un equipo como Real Madrid al que no le hacen tantos remates como al Levante?”.
Nada más cierto. Con su paso al equipo merengue, el guardameta nacional parece haberse ahorrado el sufrimiento que tuvo con el cuadro granota, donde recibió metralla a diestra y siniestra.
Con más de 640 remates en contra, el arco que durante la temporada defendieron Navas y el novato Javi Jiménez (dos partidos) fue el más acosado de todo el torneo.
En promedio, los granotas recibieron 17 disparos por juego, una cifra muy superior a la sufrida por Diego López e Íker Casillas bajo los tres palos blancos.
En los 38 juegos de la temporada anterior, al Real Madrid le cayeron 410 remates encima, para un promedio cercano a los 11 por duelo.
Ese promedio ubicó a los merengues en el puesto 18 (de 20) equipos en ese escalafón, solo superado por el Atlético de Madrid (338 remates en contra) y el Barcelona (328).
La clave del sufrimiento granota se comprende aún más cuando se observa el porcentaje de posesión del balón durante el certamen finalizado en mayo pasado.
Mientras el Real Madrid solo registró menos de un 50% en ese apartado durante cuatro juegos de la Liga, el exequipo de Keylor Navas lo hizo en 35 encuentros.
Es más, en 25 partidos, los granotas no alcanzaron ni siquiera el 40% de posesión del balón, acostumbrados al estilo defensivo de juego implementado por el técnico Joaquín Caparrós .
Concentración. “Keylor ha demostrado que es capaz. Pero también es verdad que en el Real Madrid es complicado porque el portero normalmente actúa poco”, afirma el expresidente merengue Ramón Calderón.
“Los equipos no llegan con facilidad a una portería como la del Real. Así que se necesita un portero en plenitud, capaz de responder en cuatro o tres paradas en cada partido, pero que son determinantes”, agrega el exjerarca.
El arquero tico lo tiene claro y su respuesta a la punzante pregunta no hizo más que confirmarlo.
“Lo importante es estar concentrado todo el partido, cuando uno se mantiene con confianza, sabe que en cualquier momento, el balón que llegue tiene que pararlo”.
Dice bien. Y lo demuestra con números: de los 200 disparos directos que recibió la temporada pasada, solo un 19% acabaron en la red.
Le resta ahora luchar por la titularidad en el equipo de Carlo Ancelotti y respaldar en la cancha el buen aura de la zaga blanca.