Nueva Orleans. AP. Como un buen banquete, el Super Bowl tiene algo para todos los gustos.
Ray Lewis, la estrella que espera salir por la puerta grande.
Joe Flacco, el quarterback que ha fijado récords en play-off y que finalmente llegó al partido más importante en la NFL, donde enfrentará a Colin Kaepernick, jugador que representa la nueva era de mariscales capaces de ganar con el brazo y con las piernas.
Ambos cuadros tienen defensas dinámicas y ofensivas capaces de hacer las grandes jugadas.
Un regreso a Nueva Orleans por primera vez desde que el huracán Katrina devastó la zona.
Algo de historia, con unos 49ers de San Francisco (13 partidos ganados, 4 perdidos y 1 empatado) que el próximo domingo, en el Superdome, buscarán su sexto título del Super Bowl frente a los Ravens de Baltimore (13-6).
Y, por supuesto, un duelo sin precedentes entre dos entrenadores hermanos: John Harbaugh, de los Ravens, campeones de la Conferencia Americana, frente a Jim, de los 49ers, monarcas de la Nacional.
Una receta simplemente deliciosa para todos los gustos.
Otros tendrán millones de palabras para escribir y hablar sobre un partido entre dos defensas aguerridas, ofensivas potentes y todo tipo de tramas para el día más importante del deporte estadounidense.
Ravens inspirados. Mientras, los demás se dan un gustazo con varios novelones. Uno de los principales es el de Lewis, el linebacker de 37 años que escribe el último capítulo de su ilustre carrera, inspirando a sus compañeros con un nivel de juego en los play-off que hace recordar sus mejores días.
Lewis tiene 44 tackles en tres victorias en la postemporada, luego de perderse 10 semanas de la temporada regular por una lesión en el tríceps derecho.
Lewis, el jugador más valioso cuando los Ravens ganaron el título en 2001, espera hacer su característico baile antes del encuentro de este 3 de febrero y luego festejar con una victoria.
“Ray está aquí desde que nació esta franquicia”, señaló el safety Bernard Pollard; “él es ‘El Cuervo’ (Raven)”.
Remembrar la gloria. Del otro lado de la cancha estará un oponente con una historia gloriosa, aunque no tan reciente. Los 49ers buscan su sexto título de Super Bowl para empatar con los Steelers de Pittsburgh como los más ganadores en la era moderna. Los Niners nunca han perdido una final.
Sin embargo, su triunfo más reciente fue hace 18 años, con un tal Steve Young como su quarterback estelar. Antes de eso, cuatro títulos fueron gracias al más que legendario Joe Montana.
Ahora se trata de Kaepernick, mariscal repleto de tatuajes que está en su segundo año en la liga. Su tatuaje favorito dice: “Mi don es mi maldición”.
Él se parece más a Young que a Montana. Tiene la capacidad de evadir oponentes como Young, aunque es mucho más grande, con un brazo más potente y sus largas zancadas, cuando prende las turbinas hacen recordar a Usain Bolt.
Sin lugar a dudas, una nueva leyenda nacerá el domingo.