Alajuela. Herediano demostró que, cuando las cosas se complican, todavía puede recurrir a su casta de equipo grande para poner el viento a su favor.
Anoche, en el Morera Soto, se topó con un Carmelita que le plantó cara y puso en duda su fama de equipo arrollador.
En juego intenso, desde horas antes del arranque e incluso después del pitazo final, los florenses terminaron goleando 5-3 a un rival que, por momentos, lo tuvo contra las cuerdas.
Apenas a los 15 segundos de juego, Carmelita ensayó el primer ataque, un remate de Franklin Chacón que se escapó a un costado del marco.
Fue solo un espejismo, porque menos de un minuto después Herediano abrió el marcador. Víctor Núñez dejó claro que regresó de la mano con el gol y aprovechó un pase de Yendrick Ruiz para ponerle números al partido.
Parecía el preámbulo de una nueva goleada para el Team. Carmelita se desordenó, en shock por el golpe tempranero y por poco encaja el segundo.
Para suerte verdolaga, apareció la velocidad de Bryan López y los sacó del enredo. Al 12’, el poaseño desbordó por la banda derecha e ingresó al área para batir a Leonel Moreira.
La igualdad equilibró las acciones. Herediano cesó por un instante su paso arrollador y los locales encontraron espacios para soñar con una remontada antes de que llegara el descanso.
Sin embargo, un descuido de los zagueros carmelos en el cobro de un tiro libre dio pie al segundo gol florense, gracias a un cabezazo de Esteban Granados.
Si Herediano anotó un gol de camerino en la primera parte, los carmelos tuvieron el suyo en la segunda, y por partida doble.
Al 46’, Chacón cabeceó sin marca un centro de Sebastián Mattus para empatar de nuevo el juego, y al 57’, Eduardo Gómez puso arriba a los carmelos con otro cabezazo.
El doble golpe tocó el orgullo de los florenses. Cuesta arriba en el marcador y con la clasificación en riesgo, el Team quemó sus barcos para sacar el partido.
Mambo Núñez (66’), José Sánchez (71’) y Yendrick Ruiz (penal, 78’) aparecieron para volver las aguas al curso herediano y darle a su equipo su tercera goleada consecutiva, la más difícil de todas.