El parque de pelota Antonio Escarré está de vuelta y su regreso llena de ilusión a los dirigentes del beisbol nacional.
El vetusto estadio, ubicado en barrio San Cayetano, fue inaugurado ayer, luego de recibir una inversión de más de ¢550 millones, de cara a su incorporación como una de las sedes de los Juegos Deportivos Centroamericanos.
“Desde 1955 no recibía unas mejoras como las de ahora. Esto marcará un antes y un después, los muchachos se van a poder desarrollar en un verdadero terreno y no en lo que teníamos antes, que era un tugurio. Hoy tenemos un estadio de primer nivel”, resaltó el presidente de la Federación de Beisbol, Rodrigo Vargas.
El jerarca adelantó que, una vez finalizadas las justas del Istmo, el reducto se utilizará para partidos del campeonato criollo, juegos internacionales e, incluso, se alquilará a particulares, como una forma de obtener ingresos.
“Esto es un sueño. Hay mucho futuro, traeremos equipos extranjeros, podríamos albergar torneos panamericanos, torneos de liga menor”, añadió Vargas.