Solo dos juegos y medio separan a los Tigres de los Indios en la cima de la Central. Pero hay mucho de diferencia entre un equipo que viene de la Serie Mundial y otro acostumbrado a caerse en la segunda parte de la temporada.
Detroit lo tiene todo para volver a ganar el Joven Circuito.
Miguel Cabrera sigue inspirado, en la pelea por su segunda triple corona consecutiva. Es líder en porcentaje de bateo e impulsadas y segundo en vuelacercas.
Apoyado por la alineación de bateo más temible del beisbol actual: Austin Jackson y Torii Hunter preceden al venezolano, mientras que Prince Fielder es cuarto madero.
Por eso los Tigres son segundos en anotadas, primeros en promedio de bateo y segundos en embasado.
En el picheo, Max Scherzer, líder en victorias (13), forma parte de una rotación de abridores temible. Justin Verlander es el mejor lanzador de su generación y Doug Fister no desentona.
Este es el segundo equipo en salidas de calidad este año.
Si los relevos continúan mejorando estamos hablando del candidato número uno para la visita a la Serie Mundial.
Por su parte, Cleveland finalmente está viendo la luz al final del túnel en su largo y pesado proceso de reconstrucción.
Los Indios no han tenido una temporada ganadora desde que ganaron la división en el 2007 y luego se deshicieron de sus estrellas.
Parece que este podría ser el año bueno pero sus aficionados no se confían de un equipo acostumbrado a grandes descalabros.
Además, su picheo parece poco confiable, ubicado en los últimos lugares de todas las Mayores en efectividad y salidas de calidad.
De los demás equipos de la división hay poco que decir.