Las medallas de bronce y de plata que logró Costa Rica en la última jornada de karate en estas justas no logran cambiar la imagen de un deporte que dejó claro que su nivel en la región está muy lejos de los países potencia.
La plata llegó de la mano de Sulín Garro en la modalidad de kumite femenino open, la cual no es su especialidad. El oro fue para la guatemalteca María Castellanos y las medallas de bronce las ganaron Helena Rivera (El Salvador) y Yaremi Borzalli (Panamá).
La costarricense se mantuvo en ventaja por la mínima sobre la chapina durante gran parte del encuentro, pero al faltar unos segundos para finalizar, le arrebató el oro, con un puntaje final de 2-1.
Sulín salió satisfecha ya que cosechó tres medallas en las justas. “No me esperaba esa patada final, nada está escrito, fue un descuido y a pesar de que me especializo en -55 kilos, esta medalla significa mucho para mí”, afirmó.
Costa Rica obtuvo el bronce junto a Nicaragua al ganarle en la repesca de la modalidad kumite femenino a Honduras. El oro fue para Guatemala y la medalla de plata se la llevó El Salvador.
En la rama masculina los nacionales no lograron obtener ninguna presea y fueron los catrachos quienes sobresalieron por sus resultados.
En kumite masculino por equipos, El Salvador consiguió el primer lugar con cierta facilidad, Guatemala obtuvo la presea de plata y las medallas de bronce fueron para Panamá y Nicaragua.
En la modalidad de kumite open masculino el ganador fue José Merino, de El Salvador, Valentín González de Panamá se quedó con la plata y las medallas de bronce se las dejaron el guatemalteco Luis Solares y Cristopher Stynze, de Nicaragua.
Para el nacional Joseph Guerrero, el motivo por el cual Costa Rica no pudo mejorar su nivel en esta disciplina se debe al poco fogueo internacional que tuvieron, ya que solo fueron a una competencia en México como parte de su preparación para estas justas.