Si el plan sale bien, un atleta que dé positivo por dopaje será despojado de su marca tres días después de la competencia, explicó Cristian Moraga, director de la Comisión Nacional Antidopaje.
Esta es la entidad a la que se le encargó velar por el tema en estos Juegos Centroamericanos.
Aunque serán los ticos quienes realizarán las pruebas y las llevarán al laboratorio, los resultados serán comunicados por la Organización Deportiva Centroamericana (Ordeca).
Moraga dijo que se estima realizar unas 300 pruebas, la mayoría de ellas a los ganadores de medallas durante las justas. El resto se aplicarán aleatoriamente.
Expertos capacitados y un grupo importante de voluntarios, en su mayoría estudiantes de medicina, tomarán las pruebas antidopaje a los atletas.
Para eso se ubicará un puesto de control en cada una de las sedes de estas justas.
Esos exámenes serán llevados, personalmente, por delegados de la Comisión hasta Colombia, donde se ubica uno de los únicos seis laboratorios acreditados por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en Latinoamérica.
Se espera hacer entre cinco y seis envíos al país cafetalero, explicó Moraga.
Al laboratorio le tomará unos tres días para obtener, y comprobar, los resultados de los análisis.
“Esos controles son de calidad internacional, estandarizados, por eso no es tan rápido.
“Las pruebas conllevan todo un protocolo de análisis en la muestra”, comentó Moraga.
En el momento que se compruebe un positivo quedará en manos de la Ordeca anunciar a la persona sancionada y, si es necesario, despojarle de su marca o medalla.
Además de los análisis, la Comisión Nacional aprovechará las justas para trabajar en otro de sus énfasis: la educación.
Mediante la utilización de juegos y material didáctico, en su mayoría aportado por la AMA, los delegados de la Comisión visitarán las delegaciones para dar información a los atletas.
Moraga dijo que hay dos puestos rotativos que viajarán a donde se hospedan los deportistas.