El 29 de junio concluyó para Costa Rica la presidencia pro tempore del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). En estos seis meses se demostró el compromiso y la visión de transitar hacia un sistema robusto, transparente, que rinda cuentas y con alta capacidad de liderazgo para responder a las necesidades de la región.
Sin dejar de lado áreas prioritarias como seguridad, lucha contra la pobreza, integración económica y cambio climático, nuestro plan de trabajo tuvo como principal objetivo el fortalecimiento institucional, con la convicción de que el impacto de todo logro se verá limitado si las instituciones responsables carecen de los recursos y capacidades necesarias para apropiarse y preservar los resultados.
Con objetivos y prioridades bien definidos, logramos producir resultados tangibles en un período corto. Costa Rica estableció las bases para la construcción de una agenda regional basada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con un potencial enorme para transformar el funcionamiento e impacto político del SICA.
Cambio institucional. La decisión de enfocarse en el fortalecimiento institucional del SICA es estratégica, pero no sencilla.
El SICA es un complejo entramado burocrático de más de 122 secretarías, órganos, comisiones e instancias, donde la regla del consenso dificulta la toma y ejecución ágil de decisiones. Los impactos de una presidencia temporal enfocada en el fortalecimiento institucional tampoco son visibles a corto plazo, ni resultan tan “comercializables” políticamente como la organización de una actividad o la creación de numerosos mandatos en una declaración.
Desarrollar la capacidad de la institucionalidad regional y aumentar su efectividad requiere de un liderazgo discreto, constante y eficaz. La presidente pro tempore de Costa Rica se centró en cinco iniciativas puntuales:
1. Definición y seguimiento de prioridades. Costa Rica convocó la reunión de la comisión de secretarías del SICA al inicio de su presidencia. Este ejercicio facilitó el diálogo y la articulación alrededor de temas relevantes y definidos de forma conjunta entre las instancias nacionales y las secretarías técnicas del SICA. El diseño y organización del Foro sobre Pobreza Multidimensional y el Congreso para el Análisis Regional del Agua son dos ejemplos impulsados intersectorialmente.
2. Coordinación interinstitucional. La articulación interinstitucional en lo interno del SICA es una tarea fundamental para garantizar su efectividad. La Declaración de San José, adoptada en el marco de la pasada cumbre, instruye a las secretarías e instancias del SICA a fortalecer el trabajo coordinado e intersectorial, creando sinergias y aumentando el impacto real de actividades y decisiones.
También creamos a escala nacional la comisión interinstitucional en la que participan todos los ministerios e instituciones con representación en el Sistema, la cual ha facilitado la comunicación y el establecimiento de posiciones del país a través de reuniones periódicas y seguirá vigente.
3. Acercamiento con países observadores. Tuvimos una reunión de trabajo con los países observadores donde se identificaron áreas de interés para el desarrollo de iniciativas conjuntas. También se produjeron acercamientos estratégicos con México y Turquía por medio de reuniones entre los ministros de Relaciones Exteriores del SICA y estos países.
Ante los enormes desafíos que plantea el cumplimiento de los ODS, el SICA logró robustecer sus relaciones con cooperantes y socios para la celebración de la Semana de la Cooperación.
Se logró el establecimiento de importantes alianzas estratégicas, como el acuerdo entre el consejo de ministros de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), el BCIE, la FAO y ONU Medio Ambiente para la formulación del Programa para Incrementar la Resiliencia al Cambio Climático para el Corredor Seco Centroamericano y Zonas Áridas de República Dominicana, que contribuirá a la reducción de los efectos de la sequía y del cambio climático en zonas altamente vulnerables. El Consejo de Ministros de Integración Económica también tuvo un acercamiento con la OCDE, con el propósito de coordinar acciones regionales y aumentar las oportunidades en el marco del Proyecto de Cooperación para América Latina.
4. Declaración ejecutiva y concisa. La declaración política firmada el 29 de junio es el mejor reflejo de la filosofía adoptada por Costa Rica durante la presidencia pro tempore. En contraposición a extensos textos de cumbres anteriores, la Declaración de San José es concisa, ejecutiva y con siete acuerdos concretos, la mayoría enfocados en acciones intersectoriales que contribuirán a elevar la efectividad y desempeño desde un enfoque sistémico.
El texto en ese formato fue posible gracias a la rigurosidad en el procedimiento para la presentación de mandatos, que evitó la proliferación y duplicidad de acuerdos, sin la debida planificación y los recursos para ser ejecutados. Asimismo, el proceso de reflexión del consejo de ministros de Relaciones Exteriores permitió mantener el compromiso de todos los países miembros con un proyecto de declaración más estratégica, en la que se identifican acciones para impulsar el impacto del SICA en la región, en lugar de solo gestionar los planes operativos de los numerosos consejos e instancias que componen el Sistema.
5. Presidencia lineal. La continuidad de los temas es uno de los mayores desafíos que plantea el mecanismo de rotación de la presidencia del SICA. Sin embargo, cuando se logra consenso sobre una agenda regional hacia la cual dirigir los esfuerzos y recursos es posible resultados concretos.
Con miras a garantizar esa línea estable, Costa Rica y Panamá construyeron una agenda conjunta. Por ello, Panamá dará seguimiento a las acciones iniciadas por Costa Rica y, a su vez, ha iniciado un acercamiento prometedor en la misma dirección con República Dominicana, que ostentará la presidencia pro tempore en el primer semestre del 2018.
La coordinación realizada demuestra que es posible alinear el trabajo de los ocho países miembros alrededor de prioridades regionales. A pesar de ser un primer ejercicio, esperamos que sea posible consolidar la presidencia lineal como una buena práctica a futuro.
Acción para el futuro. El nacimiento del SICA respondió a un contexto histórico de beligerancia. Hoy hay una necesidad de trascender, de actualizar, de abordar desde el SICA temas emergentes e ineludibles que traspasan las fronteras físicas: el fenómeno de la migración, el combate al crimen organizado y la mitigación de los efectos del cambio climático, entre otros.
La designación del expresidente Vinicio Cerezo como nuevo secretario general es una señal del interés de los países miembros de reforzar el papel de la Secretaría General en el Sistema para hacer frente a estos desafíos.
Costa Rica aspira, también, a que el proceso de la integración sea un medio para acelerar el logro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Reconocemos la necesidad de identificar objetivos comunes sobre los cuales construir acuerdos duraderos.
La propuesta de agenda estratégica priorizada, presentada por Costa Rica en la cumbre, constituye un esfuerzo en este sentido. El posterior análisis y validación de esta agenda por parte de los Consejos Sectoriales constituirá un paso fundamental para potenciar las oportunidades de la región y minimizar los riesgos que compartimos.
El primer semestre representó un avance hacia el SICA que necesitamos. Muchos de los esfuerzos desarrollados podrán continuar gracias a la coordinación entablada con las próximas dos presidencias del Sistema.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer y la voluntad de los países miembros se pondrá a prueba para guiar al SICA por la senda de la eficacia, la transparencia y la rendición de cuentas. Costa Rica siempre será un socio dispuesto a trabajar con vigor y con sentido de urgencia y oportunidad.
El autor es ministro de Relaciones Exteriores y Culto.