Últimamente, los ataques en mi contra han sido recurrentes. Con gran ímpetu se busca desprestigiar mi imagen y el trabajo realizado, pero debo confesar que no me sorprende.
Públicamente fui amenazado que si tomaba la decisión de revisar los pluses salariales, mi trabajo se iba a entorpecer y las cosas no serían nada fáciles, pero estoy convencido de que hay que actuar con responsabilidad.
Como ministro de Turismo y presidente ejecutivo del ICT y de la mano de la Junta Directiva, tomamos la decisión de realizar la revisión de los disparadores del gasto en remuneraciones. Ese es el asunto de fondo que ha generado molestias, ataques, amenazas, insultos, la creación de un sindicato y hasta paro de labores. Por ello, me veo obligado a contar la verdad entre las cortinas de humo.
Datos preocupantes. En setiembre del 2015, solicité al Departamento Administrativo Financiero y a la Gerencia General del ICT información sobre la estructura salarial. Tras mi solicitud, en octubre presentaron un informe con datos realmente preocupantes.
Las remuneracioens representan casi el 80% del gasto operativo. El costo promedio por funcionario pasó de ¢1.381.288 en el 2008 a ¢2.583.925 en el 2014, y, en ese último año, el costo por incentivos salariales duplicó el de las remuneraciones básicas, superando los ¢4.000 millones en el 2014.
En seis años, las remuneraciones crecieron un 111,5% y los incentivos salariales también lo hicieron, pero en un 140,5%. El 70% del presupuesto para el pago de salarios se destina a pluses.
En cuestión de 8 o 9 años los gastos podrían superar los ingresos del ICT, lo que produciría una crisis financiera irreparable.
Esta información preparada por los mismos funcionarios ha sido totalmente transparente, de conocimiento del personal del ICT, del sector turístico y de la opinión pública.
No se trata de despidos ni de rebajar salarios, sino de garantizar la sostenibilidad financiera del ICT y la estabilidad de sus colaboradores en el tiempo.
Cortinas de humo. Estos datos han causado que un grupo de funcionarios escondidos en el anonimato busquen crear cortinas de humo para desviar la atención y debilitar las acciones de la Junta Directiva.
Por ejemplo, hace un año, solicité un monitor táctil cuyas utilidades permitieran el desarrollo de las múltiples presentaciones, análisis de tendencias, entre otros, que se efectúan en la sala de reuniones y que se garantizara que fuera el del menor costo en el mercado. Se convirtió en un activo duradero para el ICT.
La Proveeduría del ICT, departamento encargado de la compra de activos, procedió con la selección, revisión de precios y adquisición del equipo. Tomó un año ejecutarlo.
Coincidentemente, el monitor táctil, que también funciona como pizarra electrónica, se instaló en la sala de reuniones de la Presidencia la semana anterior y por primera vez vi el equipo y conocí su costo; sin embargo, salió a la luz pública que estrené un televisor en mi oficina, como si se tratara de un objeto de uso personal, cuando es un equipo de trabajo para la sala de reuniones de la Presidencia. ¿Casualidad? No parece.
Esta misma semana, se cuestionó el patrocinio del concierto del reconocido pianista Yanni y una supuesta repartición de entradas. Lo que se filtró a la prensa fue la propuesta comercial que la productora de la actividad utilizaba para patrocinios.
Lo que no se dio a conocer fue el criterio técnico aprobado por el ICT, como parte del procedimiento normal que se lleva a cabo, en el que se modificó la propuesta comercial y se eliminó la cláusula contractual en la que se daban entradas a cambio del patrocinio del ICT; sin embargo, los cuestionamientos también se enfocan en dicho patrocinio.
Desde que inicié mi administración he trabajado fuertemente la promoción del turismo cultural tanto interna como externamente, y en esa misma línea es que se da el patrocinio de Yanni.
Prestigio mundial. El que este artista de renombre mundial haya escogido a Costa Rica como el sitio para realizar uno de sus conciertos, eleva el perfil del país y lo posiciona como una verdadera metrópoli cultural.
Yanni es conocido como el Mozart del siglo XXI y ha hecho videos de sus conciertos grabados en sitios como La Acrópolis en Grecia, el Taj Mahal en la India, la Ciudad Prohibida en China y las Pirámides de Egipto, entre otros.
Por ello, tras realizar espectáculos en los lugares más icónicos creados por el hombre, le propuse grabar su primer video de un concierto en un escenario creado por Dios: Costa Rica.
Esta es una propuesta que están evaluando y que tras los ataques y cuestionamientos al patrocinio, incluso de algunos diputados y que se dan en el contexto de la revisión de los pluses salariales, se ha puesto en peligro.
Un hecho que pudo haber sido inédito y que hubiera generado un enorme beneficio para el país por la exposición mundial que implicaba esta propuesta, hoy está en duda.
A pesar de los ataques, debemos seguir adelante. Curiosamente, uno de los voceros del paro de labores me recomendó esperar y plantear esta situación meses antes de terminar mi gestión para evitar que se truncara el trabajo que se ha venido ejecutando de manera exitosa, pero con esta decisión, en la Junta Directiva del ICT somos coherentes con nuestros principios y demostramos la defensa de un sector sumamente dinámico, hoy motor de la economía nacional.
Hay que pasar de las palabras a los hechos, aunque el camino sea duro y la verdad se trate de distorsionar entre tantas cortinas de humo.
El autor es ministro de Turismo.