Dentro de la cosmovisión de nuestros pueblos indígenas, el territorio es de ineludible importancia. No es solamente el espacio físico donde desarrollan su vida cotidiana, sean estas cultivos o actividades religiosas, también es el lugar ancestral donde la conexión entre el ser espiritual indígena y la madre tierra tiene lugar.
Es, por decirlo de algún modo, el eje unificador y sostén de nuestras culturas indígenas.
Es también el espacio vivo en donde el encuentro con Sibú, para nuestros indígenas bribris y cabécares, o Zipoh, para nuestros borucas, es posible.
Los awapa o chamanes basan su conocimiento en su relación con su territorio y recurren a él en busca de curas y remedios.
La vida cotidiana indígena no puede entenderse si no se enmarca dentro de su territorio y las relaciones que entabla con este. Vida cotidiana en donde el estudio es una más de las aristas que la componen.
Gracias al trabajo tesonero de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), ha podido brindárseles la oportunidad de concluir con estudios universitarios la primigenia y básica educación primaria, que fue el límite educativo que por muchos años tuvo esta población.
Ventajas. Y es acá en donde la modalidad educativa universitaria de la UNED se convierte en una basa no solamente para que esta población pueda cursar estudios universitarios, sino también para que la educación superior se desarrolle dentro de sus mismos territorios.
La educación universitaria de la UNED les permite cursar sus carreras en sus comunidades, evitando el desarraigo producido por el traslado hasta otros centros de estudio. Les permite, además, seguir departiendo con sus familias y llevar a cabo sus actividades productivas en sus mismas comunidades.
Los indígenas, eventualmente, desarrollan sus prácticas educativas dentro de sus mismos territorios, fomentando, por ende, que su título universitario no implique necesariamente salir de sus comunidades para conseguir trabajo.
Ello, aunado a que la UNED es actualmente la única universidad del país en contar con una sede en un territorio indígena (el C.U. Talamanca) y que gracias a su red de centros universitarios alrededor de todo el país, once se encuentren en zonas cercanas a estas poblaciones..
Becas y otras ayudas. Es así como desde el 2014 más de 500 personas indígenas han pasado por nuestras aulas. Tenemos, actualmente, más de 300 estudiantes de origen indígena matriculados, sobre todo, mujeres.
La mayoría de estos estudiantes tienen una beca para que no abandonen sus estudios universitarios y, por medio del Área de Gestión de Pueblos Indígenas, contamos con una serie de proyectos y actividades que buscan, además del ingreso de esta población a nuestra universidad, que se mantengan.
Más importante aún, nuestro deseo es que se gradúen con éxito de la educación universitaria.
Ciertamente queda mucho camino por recorrer, pero, ciertamente también, la educación a distancia es clave para facilitar y dar a esta población oportunidades necesarias y reales para que cursen estudios superiores.
El autor es coordinador del Área de Gestión de Pueblos Indígenas de la UNED.