El pasado 22 de mayo, la Cámara de Comercio de Costa Rica le presentó al mandatario de la República, Luis Guillermo Solís, una lista de prioridades del sector para los próximos años, la cual está centrada en ejes estratégicos primordiales para el desarrollo de la actividad comercial del país.
Las prioridades son simplificación tributaria, el combate al comercio ilícito, la reducción de los costos de la electricidad y los combustibles, el mejoramiento vial e infraestructura, así como la simplificación de trámites.
Al hacer una valoración de los primeros 100 días en esos temas, aún percibimos un lento avance en acciones concretas. Las señales a futuro no son muy claras si tomamos como base el discurso del nuevo presidente.
Si bien no se puede exigir la solución a añejos y nuevos problemas en los primeros meses, lo menos que el sector puede esperar es ver propuestas de solución en el mensaje del presidente, que tiene carácter de informe a la Nación. La omisión ahora no elimina nuestra esperanza de ver estos cambios a futuro, pues no quitaremos el dedo del renglón.
Estamos de acuerdo con la transparencia que impulsa el Gobierno y con la revisión de las instituciones para la eficiencia. Sin embargo, es necesario acelerar la marcha en temas de interés del sector productivo sobre los cuales la Cámara ha fijado posición, dada la importancia que tienen para la economía y el desarrollo del país.
Son prioridades no solo relevantes para el sector productivo, sino que también para las y los costarricenses que esperan respuestas a serios problemas que impiden el despegue y crecimiento de sus micro, pequeñas y medianas empresas.
Son prioridades que nacen de los acongojantes obstáculos que enfrentan los comerciantes a diario, y que se les han expuesto a las nuevas autoridades del Ejecutivo con toda franqueza. Partiendo de la buena fe de ambas partes, esperamos con optimismo en que el Gobierno valore el norte claro y seguro que le hemos propuesto.