Estamos ilusionados con las posibilidades que ofrece el contar con una marca país, independientemente de que algunos no estén de acuerdo. Lo cierto es que el éxito de esta iniciativa será responsabilidad de todos. Desde mi perspectiva como presidenta de Canatur, señalo tres buenas razones para apoyar el uso de una marca país.
Primero: integrar esfuerzos para el posicionamiento como país, mediante el mercadeo de una sola marca en el ámbito mundial. La integración de bienes y servicios en el campo del turismo y el comercio internacional, tanto para la exportación como para la atracción de inversiones, con el lema “Esencial Costa Rica”, facilitará una imagen fuerte y una mayor presencia en la memoria de viajeros, comerciantes e inversionistas. En segundo lugar, la oportunidad de promover y seleccionar bienes y servicios por su identificación con los atributos distintivos, involucrará procesos de calificación y selección que realmente eleven nuestros estándares y harán evidentes las ventajas y el valor que agregamos en beneficio de quienes consumen nuestra marca. Como tercer punto, la motivación para reforzar nuestra cultura de calidad y distinción en el plano interno del país; esto supone la frecuencia y consistencia con el uso de la marca y mueve a la gente a fortalecer los valores que nos identifican
Son necesarios el mantenimiento y la divulgación mediante estrategias poderosas e inteligentes, donde se invierta para la exposición mundial y se trabaje para generar una adecuada cantidad, variedad y calidad de productos y servicios que expongan efectiva-mente la marca. El plan de acción y coordinación entre los tres sectores debe ser tarea fundamental, con fondos para capacitación e incentivos básicos de arranque, entendiendo que el posicionamiento mundial de la marca es un largo proceso que no debe desdecirse entre un Gobierno y otro, ni desatender la persistencia ante los baches y picos de éxito.
La correcta selección de productos y servicios y sus nichos de mercado es urgente, de la misma forma lo es la visión estratégica en cada sector sobre el enfoque del desarrollo nacional. La definición de metas y la identificación de retos para alcanzarlas deben hacerse ya. En Canatur iniciamos este proceso, que presentaremos a los candidatos presidenciales y, posteriormente, al nuevo Gobierno.
Para el uso de la marca, el ICT iniciará con los mismos parámetros para seleccionar a las empresas con declaratoria turística o el CST, mecanismo que resolverá, en el corto plazo, la definición e implementación de nuevos trámites y procedimientos. No obstante, si no se toman las previsiones, puede originarse un “cuello de botella” en el otorgamiento de permisos, por lo que Canatur está atenta y para que las cámaras tomen medidas y asuman el papel de sensibilizar, capacitar y verificar competencias y atributos para el uso de la marca.
Edificar el proyecto implica crear, seleccionar y gestionar las medidas óptimas para creernos y dar continuidad y permanencia a la esencia que nos define. Es una gran oportunidad país para potenciar lo positivo que hemos logrado en nuestra historia y provocar transformaciones fundamentales para nuestra nación y su desarrollo. Ello supone acelerar la transformación del Estado actual, a uno más eficiente y ágil. Para ello, necesitamos una nueva cultura de disciplina, responsabilidad, rendición de cuentas y mayor conciencia respecto a la Costa Rica que queremos.
En síntesis, implicará mejorar nuestra competitividad en el ámbito público y en el privado, lograr una mayor coherencia entre el marco jurídico, las políticas públicas y la eficiencia de la gestión institucional y empresarial, con mayor consistencia entre la inversión pública y el desarrollo regional de procesos creativos, emprendedores y de encadenamiento que necesitamos.
Si nuestra esencia es naturaleza, humanismo, democracia y talento, podemos decirle al mundo con orgullo que vengan a visitar el país. Por ello, independientemente de que esta campaña tenga el mejor color, forma o nombre, Esencial Costa Rica será nuestra marca país si todos contribuimos, a partir de su lanzamiento, para hacerla una realidad.