Estamos en deuda con la gobernanza de nuestras costas y mares. Este gobierno ha dado pasos importantes en este sentido, uno de los más recientes es la creación del Viceministerio de Agua y Mares, adscrito al Ministerio de Ambiente (Minae).
Por primera vez en la historia del país, contaremos con una instancia rectora en el tema, más allá de los pequeños departamentos ministeriales que administran todo lo concerniente al espacio marino y costero: 589 000 km de territorio marino, 1 254 km de costa en el océano Pacífico, 212 km en el mar Caribe que cuentan con el 3,5% de la diversidad marina mundial.
Este viceministerio tiene el reto de desarrollar una excelente labor, porque así lo demanda la temática y por ser la primera instancia nacional con este mandato, que obliga “poner la casa en orden”.
No al aleteo. La normativa nacional existente es insuficiente para regular y sancionar la práctica del aleteo. Es necesario que la Asamblea Legislativa apruebe el expediente N.° 17013 “Reforma a la Ley de Pesca N.° 8436”, cuyo propósito es establecer condenas por la práctica del aleteo y corregir varios vacíos en la legislación.
El Ministerio de Comercio Exterior (Comex) debe abordar también esta problemática y regular adecuadamente el comercio internacional de aletas de tiburón.
Las gestiones que realiza Incopesca han sido objeto de cuestionamientos, por falta de objetividad, ética y atención eficaz. La Comisión Presidencial para la Gobernanza Marina, constituida por la Presidencia de la República, indicó que no es jurídicamente aceptable que los sectores concesionarios participen directamente en la toma de decisiones sobre el otorgamiento de las concesiones correspondientes. Por lo tanto, debe revisarse la Ley de Creación del Incopesca para llevar a cabo una readecuación de su estructura.
El Poder Ejecutivo debe tomar cartas en el asunto e intervenir cuanto antes la institución.
Pesca de arrastre. El conflicto social que se ha generado entre los pescadores artesanales y camaroneros, debe ser atendido y resolverse con urgencia. Por un lado, los primeros han denunciado en varias ocasiones que los camaroneros eliminan el recurso del que ellos dependen. Estos, a su vez, indican que la cantidad de empleos que genera la pesca de arrastre duplica el número de empleos que genera la pesca artesanal.
Las universidades han indicado que la pesca de arrastre compromete seriamente las opciones de desarrollo de presentes y futuras generaciones, además de la seguridad alimentaria de los y las costarricenses.
Si nos preguntamos al final quiénes son las víctimas de estos conflictos, la respuesta es, sin lugar a dudas, las poblaciones costeras. El nuevo Viceministerio debe atender como prioridad a estas comunidades. Durante muchos años, esta población ha estado en abandono, sin opciones reales de educación y empleo, condicionada a vivir paradójicamente “de espaldas al mar”. Sus pobladores se encuentran en condiciones de pobreza y vulnerabilidad, cuya única opción de trabajo es la pesca. No obstante, el pescador nacional no ha sido dignificado y merece soluciones reales, espacios de participación y opciones de desarrollo sostenible.
Dicho esto, no me queda más que reiterarle al Sr. viceministro, Jose Lino Chaves, mis mejores deseos, ofrecerle todo mi apoyo y celebrar la implementación de la nueva agenda azul.