En respuesta a la nota publicada el pasado domingo 14 de febrero, bajo el título “Vivienda construyó millonario parque en zona de riesgo”, quisiera aclarar que el bono comunal de Cieneguita, como se lo indiqué al periodista Diego Bosque al inicio de nuestra conversación, fue un proyecto aprobado en el 2012 y su financiamiento se dio un año después. Esta administración lo que hizo fue construir y dar seguimiento al proceso ya iniciado en el gobierno anterior.
Desde el punto de vista del uso del suelo e impacto social, recreativo y turístico, el bono comunal de Cieneguita es un modelo del tipo de obras que se quieren impulsar a lo largo de las riberas de los ríos y de las costas, para aprovechar su potencial de esparcimiento y bienestar para la mayor cantidad de familias.
Aunque el proyecto fue aprobado en el gobierno anterior, continuamos el proceso de construcción. El impacto en la comunidad, sin duda, daba un balance positivo. Los vecinos cuentan ahora con parques, plazoletas, una ciclovía y canchas deportivas para la práctica del baloncesto, fútbol cinco y voleibol de playa, así como adoquinado de vías, reconstrucción de aceras y zonas verdes.
También se hicieron mejoras en el salón comunal, se construyó un mirador de gaviones sobre la costa y se edificaron áreas recreativas con juegos infantiles; además, se remodelaron las áreas de estacionamiento y el paso peatonal marino en la zona del rompeolas, y se arborizó el lugar.
Acerca del cambio climático, hay mucha incertidumbre y muchos de los impactos ocurrirán paulatinamente. Estos pueden ser muy grandes en las zonas costeras con aumentos del nivel del mar y erosión de la costa; sin embargo, la localización de los sitios con mayor erosión y el momento en que esto ocurra tiene grandes incertidumbres.
En zonas no desarrolladas de la costa, el ordenamiento territorial debe restringir significativamente su desarrollo y dejar libre las zonas bajas cercanas al límite de la pleamar (nivel más alto que alcanza el agua del mar durante la marea alta).
Las ciudades costeras son diferentes, no se les puede aplicar la ley de zona marítimo-terrestre, sobre todo, porque existen muchas edificaciones que no son fáciles de remover, no solo desde el punto de vista económico sino también social y urbano.
En las ciudades no se pueden dejar espacios vacíos porque atraen usos que generan muchos impactos negativos. Las zonas de la ciudad donde no es apropiado construir viviendas o actividades productivas deben tener usos alternativos y la recreación es muy apropiada.
Una visita de profesionales del Ministerio de Vivienda al bono comunal Paseo Marítimo de Cieneguita, este miércoles, indica que las obras se mantienen en buenas condiciones y que el área del proyecto es un éxito tanto de día como de noche, por la gran cantidad de personas que lo utilizan.
Pediremos la colaboración de investigadores en las realidades costeras y los posibles cambios de los patrones de oleajes, del nivel del mar y de la erosión de la costa en futuros proyectos desarrollados por esta administración. Pero insisto, el Paseo Marítimo de Cieneguita debe ser mantenido tanto como se pueda para el disfrute de todos los ciudadanos y visitantes de la ciudad de Limón.
Rosendo Pujol Mesalles
Ministro de Vivienda y Asentamientos Humanos