Varios periodistas y diputados me pidieron analizar el documento sobre la carbono-neutralidad, distribuido, recientemente, por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) a los medios de comunicación.
Del documento se concluye que el ministro Edgar Gutiérrez usa eufemismos para tratar de confundir a la opinión pública cuando defiende que la propuesta “es para una economía de desarrollo bajo en carbono sin abandonar la carbono-neutralidad”. Esto no es cierto; no es lo que plantea el fondo del documento.
El retroceso en la posición del país hacia el cambio climático es preocupante y lamentable por varias razones.
a) El Minae elimina la meta de carbono-neutralidad al 2021 y la convierte en una mera “aspiración”.
b) Contrariamente, se compromete, con toda claridad, a que las emisiones netas de Costa Rica sean de 10,9 millones de toneladas para el 2021; de 9,3 millones para el 2030; y de 5,9 millones para el 2050. Solo se pasaría a ser neutral en el 2100 (p.3 y 4 documento Minae, setiembre 2015).
c) El Minae fija la línea base en el año 2012. La mayor parte de la regeneración forestal del país ocurrió entre 1996 y el 2012, por lo tanto, excluye nuestros bosques naturales.
En los sectores excluidos de los NDC (National Determine Contributions) nadie invertirá. Más alarmante aún, dicho documento y las nuevas metas se convertirían en la hoja de ruta de acatamiento obligatorio una vez registrada y aceptada por la Convención.
Es necesario impedir que este cambio de postura se oficialice ante la COP 21, reunión de Convención de Cambio Climático de la ONU que se llevará a cabo en París a finales del 2015. Ese documento confirmaría la renuncia de Costa Rica a ser pionera y líder ambiental, da una señal equivocada a las empresas locales y pospone las inversiones internacionales en transportes más limpios y agricultura menos contaminante, pasos necesarios para avanzar hacia la meta.
Como respuesta, es natural que los fondos verdes del mundo también pospondrán las inversiones en nuestro país.
Finalmente, advierto que posponer la meta de carbono-neutralidad hasta el 2100 es una regresión ambiental que incumple el mandato del artículo 50 de la Constitución Política.
En mi opinión, esos cambios se hacen mayormente para alinearse al ALBA, al mismo tiempo que se sustituye la meta de carbono-neutralidad porque esta proviene del gobierno de Óscar Arias (compromiso del ministro Gutiérrez con los miembros más extremistas del PACto ambiental).
René Castro fue ministro de Ambiente y Energía.