¿Quiere un abrigo?

¿Necesitamos realmente todo lo que tenemos?

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El año pasado pasé la navidad en Portugal; estaba estudiando en la Facultad de Economía de la Universidad de Oporto, y estando allá me invitaron a realizar un voluntariado muy particular la noche del 25 de diciembre. El voluntariado consistía en caminar por las calles de la ciudad, dando abrigos, cobijas, chocolate caliente y postres navideños a las personas que duermen en las calles. La idea me pareció muy interesante y acepté.








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