Aproveché el acto de celebración de 62 aniversario del Partido Liberación Nacional y de ratificación de nuestros candidatos a las vicepresidencias para exponer cuáles son los retos y las prioridades que nos proponemos de cara al futuro de Costa Rica. Considero importante que los costarricenses conozcan para qué queremos gobernar nuestro país.
Queremos gobernar este país para superar la parálisis que ha debilitado la gestión pública en los últimos años, promoviendo grandes acuerdos nacionales e implementando reformas estructurales y legislativas que permitan mejorar el funcionamiento y la calidad de nuestra democracia. Queremos gobernar este país para mejorar nuestra competitividad y que la economía costarricense crezca con un mejor ritmo. Pero no podemos continuar con los mismos niveles de pobreza que llevamos arrastrando desde hace 15 años. Queremos gobernar este país para que el crecimiento económico vaya de la mano con la justicia social y la sostenibilidad ambiental.
Quiero referirme a ocho prioridades concretas de gobierno que se derivan de estos grandes nortes.
Primera prioridad. Generar más y mejores empleos. Vamos a propiciar una estrategia nacional de empleo, con una política macroeconómica dirigida a lograr estabilidad de precios, fomentar actividades productivas y generar empleos. A corto plazo, uno de los mecanismos más eficaces para crear nuevos puestos de trabajo será la reactivación de obra pública. Pero lo más importante será apoyar con más fuerza al sector de economía tradicional. Vamos a generar más encadenamientos, más emprendimientos productivos y más innovación tecnológica. Es urgente reformar la Banca de Desarrollo, facilitar crédito barato para nuevas actividades productivas, fortalecer las pymes, darle un nuevo aire al cooperativismo y proponer una política de seguridad alimentaria para que se fortalezcan las actividades agropecuarias.
Segunda prioridad. Será prioridad de prioridades fortalecer y darle sostenibilidad a la CCSS, columna vertebral del Estado de bienestar. Se deben fortalecer sus finanzas, mejorar la calidad de su gestión y superar las abultadas listas de espera que afectan a miles de costarricenses. Con sentido de urgencia, deben prepararse más especialistas, se debe implementar el expediente electrónico y atender las necesidades más apremiantes de infraestructura hospitalaria.
Tercera prioridad. Vamos a mejorar la calidad y la cobertura de la educación pública y a recuperar su capacidad como factor de movilidad social. Renovaremos las instalaciones de los centros educativos y reduciremos la deserción escolar. Haremos cambios curri-culares para mejorar la enseñanza de las matemáticas, inglés y tecnologías de la información, disminuiremos las brechas educativas, entre ellas la digital, y, en todo, procuraremos una mejor formación de los educadores. Ampliaremos la educación técnica y los programas del INA.
Cuarta prioridad. Yo, por naturaleza, he sido un constructor y quiero que el próximo gobierno tenga el sello de grandes obras de infraestructura. El Estado costarricense debe recuperar la capacidad de hacer obra pública. Hay muchos proyectos financiados que no se ejecutan. El MOPT tiene que sufrir una transformación de fondo para recuperar su capacidad de gestión. Ese es un compromiso muy importante que hoy asumimos con los costarricenses.
Quinta prioridad. En seguridad ciudadana, en este Gobierno se han producido avances importantes, pero nuevas circunstancias, generadas por el narcotráfico, el crimen organizado y el conflicto con Nicaragua, nos obligan a un enfoque más integral y profundo. Por eso, vamos a crear un Consejo de Seguridad del Estado. Continuaremos el proceso de profesionalización de la Policía y aumentaremos su número. Incorporaremos nuevas tecnologías para la vigilancia, mejoraremos la coordinación entre los diferentes cuerpos policiales y, en particular, con las municipalidades.
Sexta prioridad. Vamos a definir e implementar una política energética de largo plazo. Reducir el precio de la electricidad es objetivo del próximo gobierno, porque esa es una de las mejores contribuciones para disminuir el costo de la vida, mejorar nuestra competitividad y asegurar la sostenibilidad ambiental del país. Nos enorgullece ser el cuarto país en el mundo en producción de energía renovable por habitante, pero los costos de la electricidad se han incrementado de forma inaceptable. El gran desafío es producir más energías limpias, o menos contaminantes, a más bajo costo. Apoyaremos la exploración de gas natural en territorio costarricense, a través del ICE y de Recope.
Sétima prioridad. Ningún programa de gobierno puede dejar de comprometerse con resolver nuestro déficit fiscal. Su agravamiento influye negativamente en la competitividad de la economía, y de su solución depende la supervivencia del Estado del bienestar. Para hacer más eficiente la recaudación y evitar la evasión fiscal, crearemos una Agencia Nacional de Administración Tributaria. Se mejorará también la calidad del gasto con indicadores de desempeño y de resultados en ministerios e instituciones autónomas. Y, con un mayor crecimiento de nuestra economía, tendremos también mayores ingresos fiscales. Pero no podemos tapar el sol con un dedo. Todo eso no es suficiente. Se va a requerir también buscar nuevos ingresos. Debemos pensar responsablemente en un ajuste que contemple opciones para aumentar la carga tributaria de forma solidaria y progresiva.
Octava prioridad. Tenemos que devolverles a los costarricenses la confianza en sus gobernantes. En la próxima administración existirá un compromiso permanente con la transparencia, la eficiencia y la rendición de cuentas. El equipo que nos acompañe en el gobierno debe ser experimentado y capaz, con una trayectoria moralmente intachable. Impulsaremos con más fuerza el programa de Gobierno Digital para ofrecer mayor control ciudadano sobre la gestión pública. Crearemos, además, observatorios ciudadanos para los grandes proyectos de infraestructura.
Estas son algunas de nuestras grandes prioridades. Por supuesto que no son todas. Tenemos también propuestas para la juventud, las mujeres, la niñez, el medioambiente –que será un eje transversal en todas las políticas públicas–, los adultos mayores, las personas con discapacidad, la cultura y el deporte.
Apoyaremos el desarrollo socioeconómico y cultural de los pueblos indígenas, y el turismo. Pondremos nuevos nortes en política exterior y haremos lo propio para ayudar a mejorar la gestión de los gobiernos locales y de las asociaciones de desarrollo comunal.
Conocemos los retos, asumimos las prioridades y tenemos las ideas para enfrentarlas. Nuestro norte es reconstruir una institucionalidad más transparente, ágil y eficiente, y desde ella promover un crecimiento económico sostenido en condiciones de mayor equidad social. Esta es la visión que deseo compartir para mejorarla con el aporte ciudadano de todos los costarricenses.