Al inicio de la Administración Chinchilla, en el 2010, se impulsó la discusión de dos proyectos de ley para prevenir la falta de electricidad debido al estrés hídrico provocado por el cambio climático global y al crecimiento de la demanda de energía. Estos fueron la Ley de Contingencia Eléctrica, propuesta y liderada por el ingeniero Teófilo de La Torre, y la Ley para el Aprovechamiento de Energía Geotérmica en el Área de Conservación Guanacaste, respaldada por este servidor. Lamentablemente, ambos proyectos fueron bloqueados y rechazados por una coalición de ambientalistas extremos, profesores universitarios y sindicatos.
Sin nada a cambio. Los proyectos se retiraron de la corriente legislativa sin proponer nada a cambio,excepto un diálogo de hasta 18 meses recientemente anunciado. Eso es un grave error, pues el propio Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), hablando del suministro de energía eléctrica, nos advirtió que “no hay un 100% de garantía” (La Nación, 25 de agosto). Por ejemplo, el nivel del embalse Arenal para setiembre (y su proyección para el resto del año) es muy bajo y apenas si llega a la cota de 540 metros sobre el nivel del mar. Y, aunque llueva en el Valle Central, ahí no están ubicadas nuestras represas.
He advertido varias veces sobre el riesgo de pasar de la contingencia eléctrica (que ya tenemos) a una emergencia eléctrica con apagones que están a la vuelta de la esquina, y que nos hallamos al borde de una "tormenta perfecta", si no se toman medidas inmediatas. Debería servirnos de alerta el hecho de que la vecina Panamá ya ha sufrido apagones.
Energía de menor costo. Para alejarnos de la contingencia y la escalada de las tarifas eléctricas, la Administración Chinchilla ordenó al ICE comprar la energía de menor costo disponible en el mercado, y promover un concurso para contratar 200 megavatios (MW) de potencia con proyectos del sector privado de costo menor que los del ICE. El resultado mostró que es posible orientar hacia la baja los precios de generación del ICE. Por ejemplo, los precios promedio ofrecidos por el sector privado de hidroelectricidad y eólico fueron entre 8 y 11 centavos de dólar por kilovatio hora (kW/h), mientras que las térmicas del ICE oscilan entre los 40 y 120 centavos de dólar por kW/h y, además, todas emiten mucho CO2 a la atmósfera. Todas estas térmicas deben sustituirse ya, y algunas opciones son la geotermia y el gas natural.
En contingencia. El ICE nos recuerda lo sabido: a veces no hay agua, no sopla el viento o una nube impide que el sol nos irradie, afectando la generación de energía hidroeléctrica, eólica o solar, respectivamente. En la época seca,las plantas hidroeléctricas producen, incluso, al 50% de su capacidad, mientras que las eólicas y solares tienden a alcanzar su máxima capacidad, que es cercana al 30%.El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) ya nos lo había anunciado y, en efecto, estamos experimentando un 2014 más seco.
Todo esto, repito, nos coloca ya en contingencia y su efecto inmediato serán costos de electricidad crecientes o interrupciones en el servicio.
El Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) reconoció, el 2 de setiembre, que, mientras se dialoga por 18 meses, los costos de generación seguirán subiendo, pero también anunció que las tarifas no subirán. ¿Harán voodoo economics o absorberá el ICE la enorme pérdida que la inacción acumulará para el año 2016?
Hay que recordar que, por ley, el Consejo de Gobierno en pleno es el que debe aprobar, o no, la gestión del ICE anualmente. También le corresponde ordenar medidas respecto del endeudamiento, la gestión de recursos humanos y velar por una sana gestión, mientras que a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) le toca analizar que las tarifas reflejen los costos y garanticen la salud financiera de las empresas, velando así por el bienestar de los usuarios del servicio.
Mis sucesores en el Minae anuncian, como gran descubrimiento, que “no hay funcionarios en la Dirección de Energía”. Eso es cierto, y reconozco que por decenios se ha trabajado con un equipo provisto principalmente por el ICE, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL).La ingeniera Gloria Villa, exdirectora sectorial de Energía, multiplicó su rol por años, con excelencia, y fungió como secretaria sectorial de Energía, asesora de varios ministros y directora de Energía. Si ahora se pueden contratar nuevos funcionarios, enhorabuena.
La verdad es que fue duro trabajar con limitaciones, pero “aramos con los bueyes que se tenían” y, así, se produjo el Plan Nacional de Desarrollo Eléctrico, proyectado hasta el 2030, se coordinó la Comisión Nacional de Energía y se revisó la gestión de las empresas públicas y privadas del sector. La carencia de personal no fue antes, ni debe ser ahora, excusa para paralizar las acciones.
Posible emergencia. Alerto a Costa Rica, una vez más, respecto a que, si seguimos paralizados por discusiones sobre la agenda energética durante 18 meses, se aumenta el riesgo de que la contingencia eléctrica se convierta en emergencia.
Se creará, de esa forma, una tormenta perfecta: una debacle financiera del ICE, costos crecientes de la electricidad y, eventualmente, apagones como en Panamá.
Pueden y deben darse algunos pasos para mitigar los riesgos: comprar toda la energía de biomasa disponible en el país que cueste menos que la térmica convencional, financiar y hacer obligatorio un ahorro de, al menos, 15% en empresas y hogares durante los próximos dos años, licitar el suministro y generación de electricidad con gas natural usando los sistemas de contratación BOT y, por supuesto, continuar el proceso de las nuevas leyes, simultáneamente con la disminución de la burocracia en el ICE y sus empresas.