Cada uno de los cantones de nuestro país tiene particularidades. Todos presentan retos y el trabajo cotidiano busca garantizar la calidad de vida a sus habitantes. Esas diferencias conforman un mosaico que llamamos Costa Rica.
Si para usted son importantes las áreas de recreación en su comunidad, es la municipalidad la que ayuda de manera directa a que existan.
Si le interesan caminos en buen estado para sacar sus productos para comercializarlos o para trasladarse, la municipalidad es la que tiene que ver con las vías comunales.
Los impuestos municipales debemos pagarlos trimestralmente, pero ¿vemos esa inversión? ¿Nos hemos cuestionado en qué se usan los tributos?
Si no vemos el resultado de la inversión, es hora de que usted y yo pidamos cuentas, porque es parte de nuestras responsabilidades. Esto es participación ciudadana o democracia participativa. No hay que limitarse solamente a una democracia electoral, asistiendo a las urnas en elecciones nacionales o municipales. Debemos ser agentes activos.
Nos cansamos de la corrupción, de “lo mismo de siempre”, pero ¿nos involucramos en el quehacer comunal? ¿Vamos a las sesiones del concejo municipal? ¿Informamos nuestras preocupaciones o demandas al síndico, regidor o a los concejales de distrito? ¿Denunciamos irregularidades?
Una responsabilidad es ejercer un voto informado y crítico. Estamos en la era de mayor acceso a la información, pero no la utilizamos.
La otra responsabilidad es fiscalizar los recursos públicos. A todos nos toca cuidar lo mucho o lo poco disponible, que las obras y el cambio se vean.
Decía John F. Kennedy: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”. Así de conciso, tenemos derechos, pero también obligaciones.
Las grandes transformaciones no se perciben en poco tiempo, pero deben iniciarse. Su voto y el mío importan y, por ende, la municipalidad de su localidad y quienes gobiernen también.
Debemos entender que el poder reside en las personas, que informarse y vincularse en procesos no le quita nada a uno. Estoy plenamente convencida de que empezando con esto estamos incidiendo. La tarea es asumir el reto.
La autora es estudiante de ingeniería en manejo del recurso hídrico.