Foros

El papa Francisco y la globalización de la indiferencia

EscucharEscuchar

Bastan pocos minutos en las calles romanas para darse cuenta de que en Italia la estética es importante. La belleza de su milenaria arquitectura asombra de inmediato. Además, el buen vestir, el buen comer y el “buen ver”, en el caso del arte, de los parques, de los museos, o simplemente en la forma en que se arreglan los negocios o las mesas de los restaurantes, comprueban de inmediato que en la sociedad italiana la belleza es central. Esta impresión se ratifica luego de vivir algunos años en este bellísimo país, de cuyas entrañas nacen artistas como Miguel Ángel, Rafael, Bernini, Giotto o Caravaggio, por nombrar solo algunos. Es más, me atrevería a decir que en Italia la belleza es un valor y la capacidad de producirla, una virtud tan apreciada como la honradez, la sabiduría o la humildad, entre otras.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.