El 21 de abril, el presidente de la República, don Luis Guillermo Solís, integró una comisión de garantes de la libertad de expresión en Costa Rica.
Un día después, el 22 de abril, el diario La Nación informa de que la ministra de Cultura, doña Elizabeth Fonseca, le retira su aval al cuento Cocorí del escritor Joaquín Gutiérrez.
Como efecto inmediato, la Orquesta Sinfónica Nacional se ve obligada a excluir de su repertorio para esta temporada la puesta en escena de dicha obra.
Como el día en que anunció la integración de la comisión de garantes, don Luis Guillermo Solís afirmó que tales personas serían sus asesores para garantizar que este gobierno, por ningún motivo y de ninguna manera, atentaría contra la libertad de expresión y otros derechos fundamentales vinculados, el análisis de la “quema” de este libro de don Joaquín, en sede administrativa del Ministerio de Cultura, debe ser su primera tarea, deben acometerla de inmediato.
Para dicha comisión debe estar claro que el retiro del aval de la ministra de Cultura tiene el efecto causal de coartar la libertad de expresión artística de la Orquesta Sinfónica Nacional. Como tal, es un atentado a un derecho vinculado a la libertad de expresión. Peor aún cuando el retiro de tal aval ministerial es un acto arbitrario que carece de los elementos básicos para que surja un acto válido, entre ellos, la competencia para dictarlo.
Por lo pronto, sería bueno que el presidente autorice expresamente a la Orquesta Sinfónica Nacional a mantener dentro de su repertorio para esta temporada la puesta en escena de Cocorí . Aunque sería una petición atípica, más impropia es la situación creada por el retiro del aval de su ministra de Cultura.
El autor es abogado y escritor