Los profesionales de la Clínica de Adolescentes del Hospital Nacional de Niños presentamos en días pasados los resultados de la más reciente investigación donde exploramos los conocimientos y prácticas en sexualidad, violencia, consumo de drogas, nutrición y protección en una muestra de 3.074 estudiantes de colegios públicos y privados de las provincias de Limón, Guanacaste y Puntarenas.
Esta investigación es continuación de la que ya habíamos hecho con 3.373 estudiantes de la Gran Área Metropolitana (GAM) y nos permitió comparar resultados.
En relación con la sexualidad, existe un desconocimiento significativo de lo que es información protectora y básicos y rudimentarios conocimientos en todas las provincias.
Actividad sexual. Un dato adicional es el referido al inicio de la actividad sexual coital, que fue de un 16% en los estudiantes de la GAM y un 26% en Limón, Guanacaste y Puntarenas. La combinación de ambos factores viene no solo a reafirmar la necesidad de reforzar la puesta en funcionamiento del programa de educación sexual en los colegios, sino que muestran la ventana de oportunidad que se tiene con la población escolarizada, al ser bajo el porcentaje de inicio actividad sexual coital.
Más aún, la misma investigación identifica que entre quienes inician actividad sexual, alrededor del 50% se ubica entre los 13 y los 15 años y un 10% a un 15% en menores de 13 años (violación), lo que plantea que es en la escuela donde debe iniciarse la educación sexual integral.
Exploramos la exposición a la pornografía, como factor de riesgo para cometer una ofensa sexual contra otras personas menores de edad; el riesgo se incrementa si la exposición se produce en etapas muy tempranas (aunado a la distorsión que se da en la construcción de la sexualidad).
En Limón, Guanacaste y Puntarenas el 22% se expuso entre los 5 y los 11 años y el 57% entre los 12 y los 15 años. En la GAM fue del 24% y 54% respectivamente. El principal medio de exposición fue el celular.
Violencia y drogas. En cuanto a otras formas de violencia, un 11% de la GAM y un 13% de Limón, Guanacaste y Puntarenas reportan ser víctimas de algún tipo de agresión. El abuso psicológico es el más frecuente (40% y 35% respectivamente), seguido por el físico (28% y 21 %) y luego el sexual (16% y 21%).
Encontramos que un 3% en la GAM y un 4% en Limón, Guanacaste y Puntarenas van armados al colegio, y un 6% y un 9%, respectivamente, andan armados en la calle.
En utilización de drogas, en ambos estudios se documentó una disminución significativa del consumo de tabaco y que la principal droga usada por los adolescentes sigue siendo el alcohol, con un 51% de al menos una vez y un 24% de embriaguez y que este consumo actualmente es mayor en las mujeres.
En cuanto a otras drogas, la marihuana continúa aumentando su consumo: encontramos un 11% en Limón, Guanacaste y Puntarenas y un 14% en la GAM. Además, un 4% y un 3% reportan usar heroína y un 5% y un 7% cocaína, respectivamente.
Sobrepeso. En nutrición, el 50% de todos los adolescentes consumen al menos una vez a la semana comida chatarra: un 27% en la GAM y un 10% en Limón, Guanacaste y Puntarenas lo hacen todos los días.
Si esto lo asociamos con que el 62% hace solo una hora de ejercicio a la semana y en el tiempo libre permanecen de 3 a 6 horas conectados a pantallas, se pueden explicar las cifras de sobrepeso y obesidad, verdadera epidemia y antesala de enfermedades crónicas, que arranca en la infancia con un 7%, en la adolescencia con un 21% y las personas mayores de 22 años lo presentan en un 60%; un 30% de la población es hipertensa y un 12% de la población padece diabetes tipo 2.
Suicidio. En cómo se perciben los adolescentes a sí mismos y a su entorno, encontramos que un 8% en la GAM y un 10% en Limón, Guanacaste y Puntarenas refieren haber planeado algún mecanismo para intentar suicidarse, lo que son cifras altamente preocupantes. A la par de esto, es positivo que los estudiantes, en más del 70%, perciben que la familia y el colegio los apoyan, una oportunidad para fortalecer estos espacios fundamentales de contención.
Finalmente, la participación en grupos, espacio que muchas veces se convierte en vital, un 40% en la GAM y un 45% en Limón, Guanacaste y Puntarenas están incorporados a alguno. Los principales grupos son los deportivos y luego los religiosos, aunque las opciones son limitadas.
Como conclusión, estas investigaciones vienen a confirmar las importantes carencias que experimentan nuestros adolescentes y las debilidades de los que deberían ser los sistemas de contención, protección y atención.
El autor es jefe de la Clínica de Adolescentes del Hospital Nacional de Niños.