En un derecho de respuesta publicado el 26 de noviembre, Mauricio Salom, director ejecutivo del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), manifiesta su rechazo a la información contenida en una nota de este diario, publicada el 23 de noviembre e intitulada “Conavi investiga a jerarca por posible tráfico de influencias”.
Según el funcionario, no es cierto que se le investigue y considera que en la publicación hay insinuaciones en su contra.
La nota se limita a informar de la denuncia interpuesta por un ciudadano identificado como Abel Arias Chinchilla ante el Consejo de Administración del Conavi, para que se investigue la posibilidad de que haya habido tráfico de influencias por parte de Salom en favor de una constructora interesada en participar en un proceso de contratación para el mantenimiento de vías. Esta firma pertenece al esposo de una prima del ministro de Transportes, Carlos Segnini.
Salom confirmó tanto la existencia de la denuncia como el hecho de que se trasladara para investigación. Así lo hizo durante la entrevista concedida el 11 de noviembre a este periodista y en la cual también estuvieron presentes el gerente de Conservación Vial, Cristian Vargas, y el gerente de la Proveeduría Institucional, Gerardo Leiva. Todo consta en una grabación. Hasta aquí no hay insinuaciones.
Por su parte, representantes de la empresa señalada confirmaron la existencia del vínculo familiar entre la esposa del propietario con el ministro. Tampoco son insinuaciones.
De acuerdo con la denuncia, Salom envió el 23 de setiembre una nota a la Gerencia de Contratación de Vías y Puentes y a la Gerencia de Proveeduría Institucional, en la que solicitó “analizar” una petición de la compañía en cuestión para no ser excluida del procedimiento, pese a que su oferta había sido declarada inadmisible por no presentar las memorias de cálculo.
Como parte del trabajo para elaborar la nota, este periodista revisó el expediente administrativo del proceso de contratación 2014LN-000016-0CV00 donde se verificó la existencia de los oficios mencionados por el denunciante en su escrito. Son documentos sin insinuaciones.
Según el mismo expediente, aquí se encontraron solicitudes de, al menos, nueve constructoras que piden no ser excluidas del proceso de contratación mencionado. Sin embargo, el funcionario solo respondió a la petición de la empresa en cuestión. En su defensa, el jerarca del Conavi alegó que no respondió las cartas de las otras constructoras porque no fueron dirigidas a él directamente, tal como se consignó en el reportaje de este diario. Así se publicó debidamente en la nota.
De esta forma, la publicación se basa en documentos y consultas a todos los implicados en un hecho que, además, tiene un claro interés público, pues se trata del manejo de contratos para mantenimiento de carreteras por más de ¢12.000 millones. Esto tampoco son insinuaciones.
El autor es periodista del periódico La Nación.