Quisiera hacer algunas aclaraciones sobre informaciones deliberadas producto de mi elección como presidenta de la Comisión de Asuntos Hacendarios.
Empiezo diciendo que la fracción del PLN tiene, desde hace tres años, un norte definido con respecto a la reforma fiscal. Hemos sido una fuerza política constructiva, hemos abogado por una solución integral al déficit.
Somos conscientes de que para hacer la tarea, que el bienestar de nuestro país exige, son necesarios acuerdos políticos amplios y transparentes. Asimismo, tenemos presente que el problema del déficit fiscal no es algo trivial, y debe ser resuelto lo antes posible.
“El país necesita más ingresos tributarios, pero, también, debe hacer un esfuerzo por eliminar gastos y privilegios de una burocracia voraz e insostenible”, dice La Nación en su editorial del 25/5/2017, posición con la que coincidimos plenamente desde el inicio de este gobierno, y por lo cual miramos con extrañeza se insinúe lo contrario en diversas publicaciones de este medio.
Responsabilidad. Sin embargo, también sabemos que como oposición no nos corresponde gobernar. Esta tarea le fue encomendada al PAC, y, por ende, son ellos los responsables de liderar el ajuste fiscal. Por tal razón, igualmente reprochamos la forma como el gobierno se ha negado a discutir la reforma al empleo público.
Queremos esfuerzos en temas como contención, eficiencia y calidad del gasto. Y esto no es un capricho, es importantísimo, porque no solo la falta de recursos genera el déficit, sino también el mal y excesivo gasto.
Desde la oposición, cuando se tomó el Directorio del Congreso en la legislatura pasada, insistimos en la reforma al empleo público y a las pensiones con cargo al presupuesto, como los principales disparadores del gasto.
Aún nos falta limitar remuneraciones y el otorgamiento de beneficios, ser más exigentes en la evaluación del desempeño y frenar la disparidad salarial en el sector público. No obstante, el gobierno se ha opuesto a ello porque pactó con los sindicatos. Ambos han distorsionado el debate al respecto asustando con despidos y rebajos de salarios, cuando nunca se ha hablado o promovido estos.
Nuestra posición no es antojadiza. Como este diario, estamos tratando de que el gobierno entienda que se debe pensar a largo plazo y no solo a corto o “patear” el problema a la próxima administración; no únicamente resolver el vacío fiscal con más tributos, sino evitar que vuelva a aparecer en pocos años.
Temor. Pero el temor a manifestaciones y huelgas no le han permitido al gobierno entrarle de lleno a la solución del problema. El PAC es responsable de que el déficit fiscal no se solucione; ha decidido sacrificar la sanidad de la hacienda pública y poner en riesgo la estabilidad económica del país por satisfacer intereses gremiales y electorales, con un altísimo costo para toda Costa Rica.
La prensa ha sido testigo de las reformas que el PLN ha impulsado y aprobado en pensiones, caja única, procedimientos aduaneros, defraudación fiscal, crimen organizado y legitimación de capitales.
Esa actitud constructiva no implica que se han pactado impuestos en la conformación de las comisiones, negociaciones para las cuales la única premisa que prevaleció fue hacer que las agendas de todos esos órganos caminaran.
Pedir que las agendas avancen no es sinónimo de pedir impuestos, es sinónimo de responsabilidad con las necesidades más urgentes del país.
La autora es diputada del PLN, presidenta de la Comisión de Asuntos Hacendarios.