Con su medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, el nombre de José Enrique Méndez Vargas adquirió mayor notoriedad. Las entrevistas, artículos en periódicos, su imagen en la televisión y en otros muchos medios de comunicación, hicieron evidente un logro que nos alcanza a todos, que nos llena de orgullo y que “montados en el bus” de la celebración nos hace irradiar ese nacionalismo mágico del ser costarricense.
Quienes estamos un poco más relacionados con el bello deporte del golf, somos testigos del cómo y el porqué de este logro. Y con propiedad y sin temor les digo que este triunfo no es una obra de la casualidad.
Desde sus inicios en el golf, a muy corta edad, José mostró una inusual pasión por este deporte; muchas horas de práctica, más allá de lo normal para algunos; sacrificio, esfuerzo, constancia, lucha, garra, pero al mismo tiempo un trato y una humildad con la que se ganaba el corazón de todos.
Logros. Esa combinación de cualidades lo llevó poco a poco a abrirse camino como uno de los mejores golfistas infantiles y juveniles de Costa Rica. Su nombre sonó constantemente en los podios organizados para reconocer el mérito de los más pequeños. Hoy en su casa de Moravia, José Enrique guarda muchos trofeos, que le recordarán a él, a su familia y a sus amigos más íntimos, los años de competencias que culminaron con éxitos. Hoy, a sus 19 años, José Enrique puede ver para atrás y recordar sus múltiples triunfos en campeonatos y rankings nacionales, dos campeonatos nacionales Match Play, entre otros. A nivel internacional, la lista es aún más impresionante: campeón infantil en el Torneo Internacional del Club San Andrés en Colombia en el 2008; dos subcampeonatos centroamericanos mayores, dos subcampeonatos en el Canadian Junior Challenge Golf, campeón del Junior British Open en Escocia en el año 2010, cuatro Campeonatos Centroamericanos Juveniles, años del 2011 al 2014; campeón mundial del Callaway World Junior Championship del año 2013; seleccionado nacional en dos ocasiones al World Amateur Championship, celebrados en Argentina y Japón, seleccionado nacional en el Mundial Juvenil de Golf Toyota en Tokyo, Japón, en el año 2013, entre muchos otros logros.
Aquellos que no lo conocían y que por primera vez escucharon su nombre en las noticias deportivas de los últimos días, posiblemente compartan conmigo, después de conocer un poco más sobre su vida deportiva, que José Enrique Méndez Vargas es un luchador y que en él Costa Rica tiene a un gran exponente del deporte.
José Enrique fue criado en el entorno de una familia unida, tradicional, de buenas costumbres; gente trabajadora que le supo transmitir buenos ejemplos, valores y principios. El compromiso de sus papás, hermana y abuelos siempre se hizo notar y definitivamente ha sido parte y razón de ser de su éxito.
El esfuerzo llevó a José Enrique a ganarse un lugar dentro del primer equipo de la Universidad de Minnesota, en donde actualmente cursa sus estudios universitarios, con una beca deportiva que reconoce el ciento por ciento de los costos de su educación. En su primer año, logró ganar tres torneos dentro de la División 1, y resultó Campeón del Big Ten de la temporada 2013-2014 como integrante del equipo de su universidad, rendimiento que causó que la Asociación de Entrenadores de los Estados Unidos lo eligieran como el novato del año 2013.
Con la conclusión de la competencia en Veracruz, José Enrique regresó a Minnesota para continuar con sus estudios y compromisos deportivos con esa Universidad. Pero las buenas noticias para los costarricenses son que nuevamente representará a Costa Rica en enero del 2015 cuando forme parte del equipo de golf que competirá en el Latin American Amateur Championship, un torneo organizado por el R&A y Augusta National Golf Club, que premiará al ganador con un cupo al Masters, el emblemático torneo de golf profesional que se juega cada año en Georgia, Estados Unidos, en el histórico campo del Augusta National Golf Club.
El logro de José Enrique en Veracruz nos permite seguir soñando, nos permite creer e invertir en las nuevas generaciones, en los jóvenes que requieren espacios deportivos para desarrollar su potencial, en mentes nuevas, sin límites, que se quieran “comer” al mundo, en seres humanos integrales, capaces de superarnos, de crecer, de volar.
En nombre de la Federación de Golf-Costa Rica y la Asociación Deportiva de Aficionados al Golf (Anagolf), sus juntas directivas, gerencia, personal administrativo y de sus miembros, enviamos a José Enrique una felicitación por ganar para Costa Rica esta medalla de bronce. La medalla quedará guardada en la intimidad de su hogar en Moravia. Su importancia la reconoceremos todos por siempre y su nombre, más que una medalla, nos recordará que el éxito no se logra de la noche a la mañana. ¡Muchas felicidades!