En nuestra edición del pasado 20 de septiembre, bajo el título “Iglesia creó sociedades para ocultar su patrimonio al público” , consignamos una cita de la declaración que el asistente administrativo de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor), Édgar Rodríguez Mesén, rindió ante la Superintendencia de Entidades Financieras (Sugef).
La cita se publicó incompleta y lo correcto era publicarla íntegra. No hay mala fe de nuestra parte, por lo que ofrecemos a nuestros lectores una transcripción textual de las preguntas que hizo la Sugef, así como de la respuesta que ofreció Rodríguez Mesén.
Pregunta la Sugef: “Tenemos diversas sociedades anónimas en las que usted aparece como miembro de las juntas directivas. ¿Cuál fue la intención?”
Respuesta de Rodríguez M.: “Sí, recuerdo la sociedad Operaciones SP, Jorge Torres me habló de que iban a constituir esas sociedades anónimas para incluir en esas sociedades bienes de la Iglesia y el fin era tratar de evitar que la gente conociera de la existencia de esos bienes ya que son susceptibles de ser invadidos por precaristas al conocer que son de la Iglesia”.
Antes de la publicación de ese reportaje, La Nación intentó, reiteradamente, y por diferentes medios, obtener el punto de vista de la Cecor.
Se acudió, en dos ocasiones, a la oficina de monseñor Francisco Ulloa; se le dejaron mensajes con su secretaria y en su teléfono celular; se postergó durante diez días la publicación a la espera de que el Obispo regresara al país para que conociera los hechos que se iban a publicar y ofreciera su punto de vista sobre ellos; también se acudió a las oficinas de Servicios Pastorales para entrevistar a su director, sacerdote Marvin Benavides y, finalmente, se envió un cuestionario escrito al vocero de la Cecor, sacerdote Mauricio Granados.
Todas esas gestiones se realizaron de manera transparente y de buena fe, con la intención de dar a nuestros lectores información equilibrada y a los obispos, la posibilidad de responder, de la manera más amplia y espontánea, sobre los hechos que se iban a publicar.
Lamentablemente, la Cecor decidió no atender nuestras visitas ni responder a nuestras preguntas, alegando deber de reserva por la investigación que existe sobre este tema en el Ministerio Público.