Juan Mora Fernández fue el primer jefe de Estado que gobernó en Costa Rica, de 1825 a 1833. Era un período difícil, porque nos acababan de mandar la independencia por correo y era necesario organizar el país para el manejo de la constitución y la democracia. Entre las cosas importantes de ese período están la traída de la primera imprenta, la publicación del primer periódico y la decisión de acuñar dinero costarricense que sirvió para mejorar las relaciones comerciales con los demás países o estados. Podría considerarse que Juan Mora Fernández fue el primer líder político que tuvo el Estado costarricense.
Braulio Carrillo Colina fue un hombre inteligente y trabajador que gobernó al país de 1835 a 1837 y de 1838 a 1842. Durante su gobierno se mejoró notablemente el cultivo del café y se establecieron relaciones comerciales con Inglaterra para la colocación de ese producto en Europa. También se construyó un camino a Matina para mejorar el transporte hacia la costa atlántica. Carrillo terminó gobernando dictatorialmente y eso facilitó al militar hondureño Francisco Morazán para venir a Costa Rica con la idea de convertir a Centroamérica en un solo país. Mediante un golpe de Estado, Morazán se convierte en jefe de Estado por un período de cinco meses en 1842, después de los cuales es derrocado y fusilado en el Parque Central.
José María Castro Madriz, jefe del Estado de Costa Rica, proclama la República en 1848 y Costa Rica se convierte en un país soberano dirigido por un sistema constitucional. Castro fue también el creador de la bandera y el escudo de Costa Rica.
Juanito Mora Porras fue el presidente que armó un ejército costarricense para sacar a los filibusteros que habían llegado a Nicaragua y ya se estaban metiendo en Guanacaste. Logró vencerlos en Santa Rosa, Rivas, y en el Río San Juan. En 1858, se firma el Tratado Cañas Jerez para resolver el problema de límites con Nicaragua; también fundó el Banco Nacional, que duró poco por la oposición de quienes manejaban intereses con la banca inglesa. Fue electo presidente tres veces, pero en su último período, cuyos resultados electorales fueron cuestionados, la oposición se organizó y le dio un golpe de Estado el 14 de agosto de 1859.
Tomás Guardia Gutiérrez gobernó de 1870 a 1876 y de 1877 al 6 de julio de 1882, fecha en que murió en la ciudad de Alajuela, donde se había trasladado a vivir por razones de salud. Durante su gobierno se comenzó a construir el ferrocarril al Atlántico y se estableció en la constitución de 1871 la inviolabilidad de la vida, terminando así con la pena de muerte que entonces existía. El director de la banda, maestro Rafael Chaves, era muy amigo suyo y le escribió una marcha fúnebre para su funeral: esa marcha se llama El duelo de la patria.
Cleto González Víquez (1906 - 1910) - (1928 - 1932) - Ricardo Jiménez Oreamuno (1910 - 1914) - (1924 - 1928) - (1932 - 1936), son dos presidentes que se encargan de consolidar el régimen democrático tan golpeado en el siglo anterior. Sus prestigios están basados en la honradez y el trabajo.
Alfredo González Flores llega al poder, elegido por el Congreso. En las elecciones de 1914, ninguno de los candidatos alcanza la mayoría necesaria para ser electo y, en tal caso, corresponde al Congreso elegir al presidente. El Gobierno se encuentra en crisis debido a la primera guerra europea. González crea el Banco Internacional y propone al Congreso la creación del impuesto sobre la renta. Esto indispone a los capitalistas, y el 27 de enero de 1917, su ministro de guerra, Pelico Tinoco, le da un golpe de Estado.
Jorge Volio Jiménez es un sacerdote que estudió en Bélgica la doctrina social de la Iglesia Católica y vino a predicarla en Costa Rica; después se convierte en revolucionario y le dan el grado de general. En 1924 funda el Partido Reformista para participar en las elecciones presidenciales. Entre sus partidarios se encuentra un joven abogado llamado Manuel Mora Valverde. Mora Valverde se separa del grupo y funda el Partido Comunista, con el cual llega a ser diputado en varios períodos.
Rafael Ángel Calderón Guardia llegó al poder con una mayoría abrumadora de votos. Su antecesor León Cortés Castro le había imprimido a la administración una eficiencia y honradez encomiables en el manejo de la hacienda y las obras públicas. Lástima que durante la administración del Dr. Calderón aquella eficiencia de León Cortés decayó aparatosamente.
Manuel Mora Valverde, jefe del comunismo ateo le ofrece ayuda a Calderón a cambio de que se apruebe un código de trabajo y un seguro social para los trabajadores. Calderón acepta, siempre que monseñor Víctor Sanabria, arzobispo de la Iglesia católica, acepte acompañarlos. Mora habla con Sanabria y este le ofrece su apoyo siempre que Mora le cambie de nombre al Partido Comunista y haga un programa de trabajo sin ataques a la Iglesia católica. Así nace el Partido Vanguardia Popular y se logra la aprobación del Código de Trabajo y del Seguro Social. Calderón logra prestigio con la aprobación de esas leyes, pero ese prestigio se derrumba cuando el presidente Calderón patrocina el más escandaloso fraude electoral de la historia para evitar que León Cortés vuelva a la presidencia en 1944.
Otilio Ulate Blanco es el candidato de la oposición en 1948; el candidato oficial es el Dr. Calderón Guardia. Después de las elecciones, el Tribunal Electoral declara electo a Otilio Ulate. Calderón Guardia llama a los diputados de su partido y les pide anular las elecciones. El Congreso anula la elección y al día siguiente estalla la guerra civil, cuyo fin era defender la pureza del sufragio.
José Figueres Ferrer es el jefe del movimiento subversivo; en un mes de lucha, los revolucionarios toman Cartago y Limón, y el Gobierno de Teodoro Picado se ve obligado a buscar la paz entregando el poder a Figueres. José Figueres encabeza un Gobierno de facto y crea el ICE, nacionaliza los bancos y disuelve el Ejército. Dieciocho meses después entrega el poder a Otilio Ulate Blanco, candidato electo en las últimas elecciones.
Ya no se encuentran líderes de esta categoría. ¿Será porque desde la Revolución del 48 se acabaron los fraudes electorales o porque en la paz del hogar nos hemos dedicado a ver televisión?