En relación con el artículo de Abril Gordienko, del 8 de enero, intitulado “La injusta tasa rosa”, quisiera aclarar varias cosas.
Primero, que las diferencias de precios en artículos, servicios y, sobre todo, en marcas –aun pareciendo similares– se dan por múltiples razones, y la principal es la ventaja competitiva que existe en comparación con otras marcas.
Este principio ilustrado por Michael E. Porter, profesor de Harvard Business School, consiste en que la estrategia competitiva debe incluir tácticas ofensivas y defensivas para crear una posición defendible dentro de un mercado en libre competencia –como lo es el sector bancario en Costa Rica– mediante técnicas no necesariamente basadas en precios bajos.
En armonía con lo anterior y sin dejar a un lado el concepto de igualdad por medio de oportunidades de género, es que nace Kristal, la primera cadena bancaria para todas las mujeres, con productos como cuentas, planes de ahorro para fomentar el orden y facilitar la gestión del dinero, financiamiento a la medida que incluye lo tradicional y ofertas en condiciones muy especiales para empresarias y emprendedoras y Comunidad Kristal, y programa de referidas, cuyo propósito es generar opciones para incrementar los ingresos.
Tarjeta de crédito. Claros de que la tarjeta de crédito es tan solo uno de los productos de la oferta integral de Kristal, explicamos la tasa. La señora Gordienko dice que “es al menos ocho puntos más alta que la de las tarjetas del propio BCR y las de varios otros bancos. Es decir, ¡es una tarjeta con tasa rosa!”.
Pero a diferencia de lo denominado “tasa rosa”, que se aplicaría a un producto y servicio sin diferenciación, que solo por ser dirigido a la mujer es más caro, la tarjeta Kristal tiene una tasa levemente más alta que las otras ofrecidas por el BCR (2,33% contra 3% mensual), precisamente porque ofrece beneficios que, como diría Porter, posee en su totalidad cualidades netamente superiores a la competencia.
Estos son: 84 meses de financiamiento, no cobra anualidad ni costo de membrecía, incluye tarjetas adicionales, y exonera la comisión por avances de efectivo cuando estos sean retirados en cajeros del BCR y de Kristal y por medio de la web Kristal.
Por otra parte, ofrece intrafinanciamiento con montos de su misma línea de crédito a 36 meses, al 28% anual, y un plan 0% comprando a plazo sin intereses en los comercios afiliados.
La tarjeta está cubierta por el plan de lealtad Kristales Cash Back, ofrece hasta 48 días para pagar de contado, es decir, sin cobro de intereses, y cuenta con seguros completamente gratis contra robo, fraude y saldos deudores (en caso de fallecimiento).
También cuenta con un servicio de asistencia para el hogar, además de una tasa preferencial del 26% en compras realizadas en las categorías de salud o educación.
Cabe destacar que en el último estudio de tarjetas realizado por el MEIC correspondiente al tercer trimestre del 2015, más del 72% de todos los tipos de tarjetas de crédito en el país cobran una tasa anual en colones entre el 40% y el 50,4% (todos superiores a la tasa de Kristal).
De ese mismo estudio (DAEM-INF-011-15) se puede comparar, por ejemplo, que una tarjeta Clásica de un banco privado tiene una tasa anual del 46,08%, un 28% más cara que los intereses normales de Kristal y un 77% más que la tasa preferencial de Kristal.
Esta ventaja competitiva en todos los productos Kristal, basada en diferenciación y no solo en precio, que ha sido avalada al lograr más de 8.000 clientas en un periodo de 30 días, algo sin precedente en el sector bancario costarricense.
La autora es gerenta de la marca Kristal.